INTERNACIONAL
desafío del líder ruso

Putin redobló su apuesta: anexó los territorios de Ucrania ocupados, que “serán rusos para siempre”

El mandatario presidió una ceremonia formal en el Kremlin, junto a las autoridades de la ocupación rusa de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, al que siguió un festejo en la Plaza Roja. Volvió a advertir que defenderá el territorio ruso “con todas las armas”, en alusión al arsenal nuclear, y proclamó que Rusia libra una “batalla esencial” contra un Occidente corrupto liderado por el “satánico” EE.UU. Bien adelantó que no reconocerá la anexión y Vladimir Zelensky pidió acelerar la incorporación a la OTAN, que relativizó el pedido. Al menos 25 civiles murieron en un bombardeo ruso en Zaporiyia.

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Todos para uno. El presidente ruso junto a las autoridades de ocupación de las cuatro regiones en el este y sur de Ucrania. | AFP

Vladimir Putin formalizó ayer la anexión de cuatro territorios ucranianos ocupados -Lugansk, Donetsk, Zaporiyia y Jersón, proclamó que sus habitantes “serán rusos para siempre” y advirtió que Rusia libra una batalla esencial contra Occidente, un “enemigo” liderado por el “satánico” Estados Unidos.

El presidente ruso firmó los documentos de anexión en una solemne ceremonia realizada en el salón San Jorge del Kremlin, en cuyo discurso prometió a sus compatriotas “la victoria” tras siete meses de ofensiva militar en Ucrania.

La fastuosa ceremonia, que marca un punto de inflexión en el conflicto y en la historia reciente posoviética, se celebró horas después de que al menos 25 personas murieran en un bombardeo en la región ucraniana de Zaporiyia, en el sur, en uno de los peores ataques contra civiles perpetrados en meses.

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Putin se mostró desafiante durante un discurso ante la élite política rusa, advirtiendo que la anexión era irreversible e instando al ejército ucraniano a deponer las armas y negociar.  “Quiero decirle esto al régimen de Kiev y a sus amos en Occidente: los habitantes de Lugansk y Donetsk, Jersón y Zaporiyia se convierten en nuestros ciudadanos para siempre”, afirmó Putin.

“Instamos al régimen de Kiev a cesar inmediatamente los disparos, todas las hostilidades y volver a la mesa de negociaciones”, agregó Putin, que dejó en claro que la soberanía rusa sobre esas cuatro regiones está “fuera de discusión”.

El presidente también destacó que Moscú defenderá a esos territorios -donde aún hay duros combates con las fuerzas ucranianas- “con todas sus armas”, una nueva amenaza a que podría recurrir al arsenal nuclear, como ya advirtió en el pasado.

En una sala atestada de gente, los congregados en el Kremlin corearon al unísono “¡Rusia! ¡Rusia!”, después de que los cuatro líderes ratificaran el pacto.

En respuesta, Estados Unidos anunció más sanciones contra funcionarios rusos y contra la industria de defensa del país, y afirmó que los aliados del G7 acordaron sancionar a cualquier Estado que apoye la anexión. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, sostuvo que la anexión es ilegal y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, anunció que Ucrania firmará una solicitud de adhesión acelerada a la OTAN, en un video publicado en redes sociales.

Nada que hablar con Putin. Minutos después de que Rusia formalizara la anexión, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmó que Ucrania “no negociará” con Rusia mientras “Putin sea presidente” de ese país.

El presidente estadounidense, Joe Biden, condenó la declaración “fraudulenta” de Rusia y prometió seguir apoyando al ejército ucraniano. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, también condenó la anexión, que tildó de “ilegal y legítima” pero advirtió ayer que la adhesión de Ucrania a la alianza militar requiere el consenso de los países miembros.

En los días previos a la ceremonia, Putin había advertido que podría utilizar armas nucleares para mantener su control sobre esos territorios, pero el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, afirmó que Kiev “continuará liberando nuestra tierra y a nuestro pueblo”.

Ayer, horas antes de la ceremonia, al menos 25 personas murieron en un ataque contra una columna de coches civiles en Zaporiyia, en el sur de Ucrania, informaron las autoridades ucranianas.

En la calzada yacían varios cuerpos, vestidos de civil, después del ataque, entre cristales rotos y autos destrozados. Viktor, un hombre de 56 años, afirmó que logró sobrevivir porque salió a comprarse un café. “La mesera me lo dio. Y hubo un ‘pum’. Se asustó y soltó el café. Unos minutos después, hubo otra explosión. Ahora está en el suelo”, explicó. “Yo conseguí esconderme. Ella no”.

Pero el jefe regional prorruso, Vladimir Rogov, acusó a las tropas ucranianas del ataque, que calificó de “acto terrorista”, como siempre ha hecho Moscú cada vez que su artillería ataca blancos civiles en Ucrania.

“¡Bienvenidos a casa!”. En Moscú, al menos 10.000 personas se concentraron en el centro de la ciudad para festejar la anexión. En la plaza Roja se instalaron carteles en los que se leía: “¡Donetsk. Lugansk. Zaporiyia. Jersón. Rusia!”.

Dirigiéndose a la multitud desde un escenario en la plaza Roja de la capital, Putin gritó: “¡La victoria será nuestra!”.

“Rusia no abre solo las puertas de su casa a esas personas, abre su corazón. ¡Bienvenidos a casa!”, afirmó, en un discurso retransmitido por televisión.

Los cuatro territorios conforman un corredor crucial entre Rusia y la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014. Con todo, el Kremlin afirmó que “necesitaba aclarar” las fronteras exactas de Jersón y de Zaporiyia, ya que no controla totalmente ninguno de esos territorios, donde Kiev ha logrado importantes avances con su contraofensiva de las últimas semanas. Juntas, las cinco regiones, incluida Crimea, representan aproximadamente el 20% del territorio de Ucrania.

En Jersón, un alto responsable de la ocupación rusa murió en la noche en un bombardeo ucraniano contra su domicilio, con la ayuda de sistemas lanza misiles Himars proporcionados por Estados Unidos, anunciaron las autoridades locales.

Los líderes prorrusos de las cuatro regiones pidieron formalmente la anexión de los territorios tras haber celebrado unos referendos que tanto Kiev como los occidentales tacharon de “farsa”.

 

La “guerra híbrida” de Occidente contra Moscú

Occidente, según Putin, “está llevando adelante una guerra híbrida contra Rusia, “un delirio, un engaño, con doble y triple estándar. Con todas esas reglas falsas que Rusia no tiene intención de vivir. Occidente no quiere que Rusia sea libre, la quiere reducir a una colonia”.

El líder ruso subrayó que “las promesas de Occidente de no expandir la OTAN hacia el este revelaron ser sucias mentiras” y la rusofobia que expresa “no es otra cosa que racismo”.

También criticó lo que consideró la decadencia de Occidente en cuestiones como el género.

“¿Queremos un padre 1 y un padre 2, en lugar de mamá y papá? ¿Estamos completamente locos? ¿Queremos que nuestros niños sean adoctrinados sobre el hecho de que hay otros géneros además del masculino y femenino?”.

Por otra parte, Putin acusó a “los anglosajones” de haber saboteado el gasoducto Nord Stream. “Hemos asistido a un ataque directo al gasoducto Nord Stream, a las infraestructuras europeas. ¿Quién se beneficia”, se preguntó.

“La batalla a la cual el destino y la historia nos han llamado es la batalla por nuestro pueblo, por el futuro de Rusia. La verdad está con nosotros, Rusia está con nosotros”, proclamó Putin al cerrar su discurso.