Las frecuentes detenciones por parte de la Policía rusa al líder opositor Alexei Navalny ponen de relieve que es el único hombre ruso por el que Vladimir Putin se ve amenzado. Las masivas detenciones de las que son víctimas las manifestaciones opositoras en Moscú y otras ciudades rusas demuestran que el Kremlin pierde la paciencia con los rusos que hacen peligrar el liderazgo de la nación. El presunto envenenamiento del que habría sido víctima Navalny en la celda de la cárcel podría ser una muestra de cómo las fuerzas de seguridad ahogan a las voces opositores rusas.
Navalny lleva varios años convertido en la voz de la oposición en Rusia, que se eleva en contra de la corrupción y especialmente del actual gobierno del presidente del país Vladimir Putin, para el que Kremlin busca la “eternidad” en el poder. Navalny es un crítico abierto de lo que él asegura es un régimen corrupto liderado por Putin y sus aliados -en particular el primer ministro y expresidente Dmitry Medvedev- y desde hace varios años viene enfrentando diversas denuncias por corrupción, de parte del gobierno, que están “motivadas políticamente”, según él.
Video: este 28 de julio, la policía allanó en el estudio de televisión del disidente Navalny, bloqueando la transmisión web de las protestas:
Nacido en 1976 cerca de Moscú, Navalny estudió Derecho y comenzó su carrera política en el partido liberal Yabloko antes de involucrarse en la "Marcha rusa", un movimiento de fuerzas derechistas y xenófobas. Más tarde, se distanció en parte de ese movimiento y comenzó a ganar popularidad gracias a Internet, mientras en la televisión rusa comenzaba a hablarse de él exclusivamente como “títere de Occidente”. Solo el año pasado, Navalny pasó en dos ocasiones 30 y 20 días de cárcel por violar las leyes sobre manifestaciones contra el gobierno ruso.
Navalny se define como un político liberal y el principal desafiante del presidente Putin. Cada vez que lanzó su plataforma electoral, prometió una “revolución anticorrupción”, aumento de los salarios mínimos, construcción de nuevas rutas y hospitales, y el fin de las guerras en las que Rusia participa. En 2008 surgió como una fuerza opositora en 2008, cuando lanzó un blog sobre la supuesta mala práctica y corrupción de algunas de las grandes corporaciones controladas por el Estado. Antes de las elecciones parlamentarias de 2011, describió al Partido Rusia Unida de Putin como "el partido de delincuentes y ladrones", una frase que resonó con muchos rusos.
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Navalny instó al electorado a votar por cualquier otro candidato, aunque el partido de Putin ganó esas elecciones entre acusaciones de fraude generalizado que generaron protestas en las principales ciudades en Rusia, durante las cuales Navalny fue arrestado durante quince días. Al salir de la prisión, más de 120.000 personas lo recibieron como un héroe, lo que le dio coraje para lanzar su candidatura a la alcaldía de Moscú en 2013. Para sorpresa de muchos, recibió más de un cuarto de los votos.
Ese año, Navalny fue enjuiciado tras ser acusado por el Estado de liderar un grupo que malversó madera de la compañía estatal maderera Kirovles, por valor de US$500.000, cuando trabajaba como asesor del gobernador de Kriov, Nikita Belykh. El juicio terminó con una sentencia suspendida de cinco años de prisión, un veredicto que sus simpatizantes interpretaron como políticamente motivado, pero Corte Europea de Derechos Humanos determinó que no había sido un juicio justo y la Corte Suprema de Rusia ordenó un nuevo proceso. Navalny describió el segundo juicio como una "copia exacta" del proceso original y vaticinó que sería encontrado culpable una vez más.
Video: Alexei Navalny fue detenido el pasado 24 de julio en su casa de Moscú bajo la grave acusación de "organización de una manifestación no autorizada"
Navalny fue el primero en anunciar su candidatura presidencial en 2016 y estableció una red de comités políticos que abarcaron las principales ciudades rusas, aunque ya sospechaba que no se le permitiría participar en las elecciones. En diciembre de 2017, tras liderar una manifestación de unas 20.000 contra la corrupción y el gobierno, Navalny recibió la notificación oficial de la Comisión Electoral Central porque el Kremlin había emitido una nueva denuncia por presuntos delitos económicos. Las leyes rusas prohíben que las personas condenadas compitan por la presidencia, por lo que, de esta forma, quedó fuera de las elecciones de 2018.
En marzo de 2018, se realizó una enorme marcha en contra de que el Kremlin prohíba a los rusos votar por el candidato que quieren, Alexei Navalny. El líder estaba ausente, porque la Policía rusa lo había arrestado justo cuando salía de su casa en Moscú. Cuando los manifestantes en la plaza Pushkin supieron la noticia, la marcha se tornó violenta con críticas a Putin. Uno de los manifestantes lo tildó de criminal, por gobernar Rusia durante 18 años con la ayuda el servicio secreto. A su alrededor, otros manifestantes clamaron al grito de "Zabastovka", que traduce como "huelga", "protesta" o "boicot electoral".
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D.S.
