Desde que comenzó la invasión rusa a Ucrania el entorno del Chelsea, equipo que milita en la Premier League inglesa, estuvo sujeto a situaciones complejas debido a que su actual dueño, Roman Abramovich es reconocido por su cercanía con Vladimir Putin.
El oligarca ruso, que intenta mediar entre Moscú y Kiev para ponerle punto final a la guerra, junto con otros dos negociadores ucranianos acusaron síntomas de un posible envenenamiento, aseguraron en The Wall Street Jornal.
Desde el entorno del propietario de Chelsea aseguran que empezó a tener ojos enrojecidos, lagrimeo constante y molesto y descamación en la piel de la cara y manos, síntomas que se relacionan a un posible envenenamiento. Habría sido un ataque de sectores pro-conflicto, buscando boicotear las negociaciones llevadas a cabo.
De Litvinenko a Abramovich, un largo historial de envenenamientos con el sello del Kremlin
De esta manera, a pesar de que en un principio se relacionó a Abramovich directamente con Putin, el presidente de Ucrania, Voldimir Zelenski, aseguró que el dueño del club inglés mostró sus intenciones de brindar ayuda a su país, devastado por la invasión rusa. Pese a la crítica situación vivida por Abramovich, al igual que los otros afectados, han evolucionado favorablemente y sus vidas no corren peligro.