Una mujer de Irán fue condenada a 100 latigazos por protestar contra el asesinato de su hijo durante la represión policial que siguió a las protestas por el alza del combustible en el país persa en 2019. Su búsqueda de justicia se topó con la protección de las fuerzas de seguridad.
Mahboubeh Ramezani es la madre de Pejman Gholipour, de 18 años, una de las más de 300 víctimas que se cobraron las fuerzas de seguridad iraníes en aquel entonces, que permanecen protegidas por el régimen teocrático de Alí Jamenei pese a los reclamos de justicia de familiares y organizaciones de derechos humanos.
La mujer fue arrestada el 11 de julio y recluida en la prisión de Evin en Teherán, conocida por albergar presos políticos. Según afirmó su otro hijo, las autoridades iraníes han "intimidado constantemente" a Ramezani por no dejar de exigir justicia por el joven, que recibió un balazo en el pecho en una protesta en Andisheh, al oeste de Teherán.
"Buscan silenciar a mi madre": el descargo del otro hijo de Ramezani
"Mi madre estuvo bajo presión durante mucho tiempo. La intimidaban constantemente y la habían convocado varias veces. La condenaron a 100 latigazos hace unos meses, pero eso no la asustó", contó en sus redes sociales el otro hijo de la mujer, sobreviviente de las manifestaciones, quien dio a conocer el calvario en el que está inmersa su madre.
"¿Qué tenemos que perder después de Pejman? ¿Qué queda después de noviembre de 2019? Estaban buscando una excusa para silenciar a mi madre", señaló el joven, y agregó: "El único delito de mi madre es que busca justicia. Esta es la razón más importante por la que la temen. Le temen porque ni siquiera ha dejado la foto de Pejman por un momento".
La mujer, miembro del movimiento "Madres por la Justicia", fue detenida "temporalmente" el 18 de noviembre de 2021 en el marco del acto de conmemoración del segundo aniversario de la muerte de Pejman en el pueblo de Malat, donde yacen sus restos. Aquel día, efectivos de seguridad cerraron las carreteras de entrada y salida del pueblo y arrestaron a varios familiares y confiscaron sus teléfonos.
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Las protestas en Irán de 2019
Según Amnistía Internacional, al menos 304 personas murieron durante las protestas por el fuerte alza del combustible dispuesto por el gobierno iraní (del 50%) en noviembre de 2019, en lo que fueron los disturbios más sangrientos desde la época de la Revolución Iraní (1979).
Por su parte, a pesar del blindaje de sus fuerzas de seguridad y de las campañas de descrédito contra los manifestantes, el régimen iraní reconoció que efectivos dispararon y mataron a manifestantes durante las protestas. Esto también se vio reforzado por los videos transmitidos online, donde se avistaba a las fuerzas de seguridad disparando ametralladoras y rifles contra la multitud.
Desde entonces, Irán ha sido acusado de proteger a las fuerzas y evitar que los asesinos rindan cuentas por la violenta represión contra los ciudadanos. "Las autoridades iraníes han evitado cualquier medida de rendición de cuentas y continúan hostigando a las familias de las personas muertas durante la protesta", dijo Tata Sepehri Far, investigadora sobre Irán de Human Rights Watch en 2020. "Las familias de cientos de víctimas, la mayoría de ellas de los segmentos más vulnerables de la sociedad iraní, merecen que los responsables de las graves violaciones de derechos rindan cuentas", añadió.
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