El Mossad, la agencia de inteligencia secreta israelí para combatir el terrorismo, estuvo en el foco de la tormenta en los últimos días tras la revelación de un informe en el que "desliga" a Irán de haber participado en el operativo en territorio de los ataques a la embajada de Israel en Argentina y la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA).
El hallazgo, publicado por The New York Times, provocó un cimbronazo político de dimensión internacional, considerando que la participación persa en el operativo terrorista en Buenos Aires es una de las tesis que sostienen las fiscalías de Israel, Argentina y Estados Unidos que investigan los atentados de marzo de 1992 y julio de 1994.
En tanto, el pasado 22 de julio se publicó la investigación periodística que provocó el repudio de organizaciones judías en el país, tan solo cuatro días después del 28 aniversario del cruento atentado contra la AMIA que le costó la vida a 85 personas. Un timing que lamentablemente no pasa desapercibido.
Cuál fue la revelación del Mossad sobre los atentados
Según consta en el artículo, y que fue luego corroborado oficialmente, el Mossad, que se ocupa de acción encubierta, espionaje y contraterrorismo en todo el mundo para proteger los intereses del estado de Israel, revela detalles de la investigación hasta ahora desconocidos por la opinión pública.
"La investigación del Mossad encontró que Irán no había estado involucrado en la realización de los ataques ni en la prestación de asistencia", señala la nota firmada desde Tel Aviv por Ronen Bergman.
El artículo además otorga una descripción detallada de los ataques. Aporta datos sobre cómo se planificó, cómo se introdujeron los explosivos al país de manera ilegal en botellas de shampoo y cajas de chocolate, y el grado de responsabilidad de ciudadanos argentinos e iraníes en el operativo que detonó los explosivos.
Spoiler alert: según la agencia israelí, no hubo tal participación, sino que estuvo a cargo de agentes de Hezbolá infiltrados en el país.
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"Solo los operativos de la unidad de operaciones exteriores de Hezbolá participaron en el atentado, sin ninguna colaboración de ciudadanos locales", concluye la investigación del Mossad, en la que afirma que no hay evidencia para sustentar el involucramiento de funcionarios argentinos "con simpatías ultraderechistas o neonazis".
De esta manera, con los materiales provenientes de Europa y escondidos en un parque en Buenos Aires (y con complicidad de una compañía local que les vendió los químicos) Hezbollá perpetró el mayor ataque antisemita desde la Segunda Guerra Mundial, en represalia por las operaciones militares de Israel contra la milicia chiita en Líbano.
La autocrítica de Mossad y el paradero de los responsables
Según consta en el artículo, el Mossad también hizo una autocrítica por no haber prevenido los ataques, especialmente el de la AMIA el 18 de julio de 1994, considerando que el accionar de la célula terrorista fue similar al de la embajada israelí en Buenos Aires, ocurrido dos años antes.
"Debido a que la red operativa de Hezbolá 'no fue expuesta y neutralizada después del ataque a la Embajada de Israel', esas mismas personas fueron utilizadas para 'ejecutar un ataque aún más mortal' en el centro comunitario dos años después", cita el medio estadounidense, donde resalta también que los perpetradores de los ataques fueron ciudadanos libaneses que dos días después abandonaron el país, y viven actualmente en su país de origen.
Además, destaca el hecho previo a los ataques, cuando en 1992 el trabajo de inteligencia alertó sobre un posible ataque de Hezbolá en Sudamérica, posiblemente en Argentina. Esto llevó a que Israel enviara agentes a monitorear los movimientos de la embajada de Irán en Buenos Aires, quienes no notaron nada fuera de lo común, algo que podría reforzar la idea de que los iraníes no participaron presencialmente, tal como sostiene el Mossad, a diferencia de la postura oficial del país cuyos intereses representa.
Las contradicciones y los interrogantes abiertos
Lo cierto es que si bien la agencia israelí reconoce que lrán no participó de la operación "en el territorio", enfatiza que la inteligencia israelí todavía cree que Irán, presunto partidario de la organización terrorista Hezbolá, "aprobó y financió los ataques", además de proporcionar "capacitación y equipo".
Esta postura también la sostuvo el director del Centro Nacional de Diplomacia Pública de Israel, Lior Hayat, quien confirmó la autenticidad del informe del Mossad difundido por el citado medio neoyorquino. En diálogo con Télam, el alto funcionario destacó que esta información no es una novedad, que es parte de una investigación de Israel, y que "es conocida por los involucrados en la causa", además de reafirmar la responsabilidad de los exfuncionarios de la embajada iraní y de las altas esferas del poder persa sobre los que pesan las alertas rojas de Interpol.
Israel niega que el informe del Mossad desvincule a Irán de los atentados a la AMIA y a la embajada
Sin embargo, más allá de las interpretaciones, los hallazgos contradicen las afirmaciones de larga data de Israel, Argentina y Estados Unidos de que funcionarios de Teherán tuvieron "un papel operativo en el terreno" durante los atentados ocurridos en la capital argentina.
Además, un dato no menor es el momento de la revelación del Mossad, una de las tantas agencias de inteligencia de Israel, considerando que la clase política del país de medio oriente está convulsionada por las posturas a favor y en contra de la reanudación de las conversaciones entre Occidente e Irán para limitar su desarrollo nuclear, un tema relevante ya que podría amenazar su seguridad, en medio de las guerras que libran entre sí mediante terceros países.