INTERNACIONAL
guerra al califato

Reino Unido se sumó a la lucha contra Estado Islámico y bombardeó en Irak

El primer ministro David Cameron advirtió que la intervención militar llevará “años”. Estados Unidos insinuó que para derrotar al grupo terrorista habrá que enviar tropas.

Poder aereo. Cazas británicos y norteamericanos participaron del operativo.
| Cedoc Perfil

Agencias
Londres
La coalición internacional que bombardea a Estado Islámico (EI) sumó ayer un nuevo aliado, luego de que el primer ministro británico David Cameron lograra el visto bueno del Parlamento para intervenir militarmente en Irak. Paradójicamente, los mismos legisladores que hace un año votaron en contra de bombardear las fuerzas comandadas por Bashar Al Assad, autorizaron ahora el uso de la fuerza y garantizaron que Londres seguirá siendo aliado de Washington en la nueva cruzada bélica.
Cameron sostuvo ayer que la ofensiva del Reino Unido “no llevará semanas, sino años”. “Creo que debemos estar preparados para este tipo de empeño”, subrayó el líder conservador ante la Cámara de los Comunes. Así, Downing Street aportará seis cazas de la Real Fuerza Aérea británica (RAF) a la coalición integrada por los Estados Unidos, Francia, Dinamarca, Arabia Saudita, Qatar, Emiratos Arabes Unidos y Bahrein, entre otros treinta países. La flota de combate británica tiene a su disposición un avión Voyager –una aeronave de sesenta metros de envergadura que permite repostar en el aire–, submarinos y drones.
Los parlamentarios dieron luz verde por la abrumadora mayoría de 524 votos a favor y 43 en contra. La decisión llegó con la aprobación, en Westminster, de un texto “limado” para garantizar el consenso necesario para impulsar la ofensiva. Cameron no podía permitirse otra humillante derrota, después de que hace un año tuviera que retirar el apoyo prometido a Washington contra el régimen de Al Assad. El líder de la oposición, el laborista Ed Miliband, pidió, en tanto, que haya una resolución de la ONU que autorice extender los ataques de Irak a Siria.
El debate ahora pasa por definir si la nueva cruzada militar se trata de una acción limitada a Irak o significa embarcarse en lo que algunos califican como “la tercera guerra del Golfo”. El jefe del Pentágono, Chuck Hagel, advirtió que “nadie debe hacerse ilusiones” con respecto a la nueva ofensiva. “Al Estado Islámico no se lo derrota sólo con ataques aéreos, los bombardeos no bastan, se precisa una acción más amplia, también política y diplomática”, aseguró el funcionario del gobierno de Barack Obama. Días atrás, el jefe de las fuerzas armadas estadounidenses, Martin Dempsey, había evocado la necesidad de emplear tropas terrestres para derrotar al grupo sunnita que quiere instaurar un Califato.
En tanto, crece cada vez más el alerta terrorista en Europa, donde los servicios de seguridad están alarmados por la presencia de más de tres mil europeos en las filas de EI en Irak y Siria. El temor es que, en represalia por los bombardeos, cometan un atentado en el continente.

Las refinerías, en la mira
Los bombardeos contra Estado Islámico (EI) tuvieron esta semana como principal objetivo destruir las refinerías de petróleo que controla el grupo armado, que le reportan ganancias que oscilan entre los tres y los seis millones de dólares diarios. Ante la intensidad de los ataques de la coalición internacional, la extracción en los seis yacimientos ubicado en Deir Ezzor, al Este de Siria, fue interrumpida ayer.
“La extracción fue interrumpida por seguridad. Todos los sitios están cerrados, excepto el de Coneco, que provee el gas necesario a la producción de electricidad para seis provincias”, comunicó un vocero de la agrupación a la prensa internacional.
Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, EI controla desde julio la mayor parte de la provincia petrolera de Deir Ezzor y produce más crudo que el gobierno de Bashar Al Assad.
Los ataques en Siria mataron desde el martes a 141 yihadistas, de los cuales 129 eran combatientes extranjeros.