Rangún - Al menos ocho personas murieron hoy -entre ellas cinco monjes budistas- en medio de la represión lanzada por la policía de Myanmar, luego del octavo día de manifestaciones en protesta al régimen dictatorial que gobierna el país desde hace 19 años, informaron opositores en el exilio.
Un vocero del grupo disidente Voz Democrática de Birmania (antiguo nombre del país) con sede en Oslo, Aye Chan Naing, confirmó el número de fallecidos y que los heridos rondan los 150.
Unas 200 personas, la mitad de las cuales serían monjes budistas, fueron detenidas por las fuerzas de seguridad durante la represión de las manifestaciones antigubernamentales, dijeron testigos y diplomáticos.
Un bonzo murió de un balazo cuando trataba de desarmar a un soldado, otros dos religiosos recibieron palizas mortales, mientras que 20 personas resultaron herdias de bala en los incidentes ocurridos en la famosa pagoda Shwedagon, lugar de reunión de los monjes que se manifestaban en contra del régimen.
La Junta Militar birmana reprimió violentamente por primera vez las manifestaciones tras nueve días de concentraciones.Las fuerzas de seguridad disolvieron las concentraciones con dureza, con porras e incluso disparos.
A pesar de las prohibiciones gubernamentales, decenas de miles de personas salieron a las calles.
Ayer, el gobierno de facto local había enviado a la policía antidisturbios y declarado el toque de queda; desde el ascenso al poder hace 19 años, la junta militar de Myanmar prohibió todo tipo de reunión pública en la que participen más de cinco personas.
Luego de la represión policial, unos 5.000 monjes decidieron marchar por una amplia avenida, bordeando el lago Kandawkyi, acompañados por unos mil simpatizantes, mientras que otros 3.000 monjes tomaron otra ruta para manifestarse.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunirá hoy a la tarde en carácter de urgencia debido a la situación desatada en el país asiático, luego de que el primer ministro británico, Gordon Brown, se manifestara en favor de una medida similar.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, anunció ayer en la Asamblea General de la ONU que su país aplicará nuevas sanciones económicas contra la junta militar que gobierna Myanmar.
Bush manifestó que las medidas tienen como objetivo "ayudar a la población y reconquistar la libertad", mientras exhortó al resto de los países a unirse para presionar al régimen de facto.
Asimismo, dijo que en Myanmar "libertades básicas como el derecho a la expresión, reunión y religión son severamente reducidas y las minorías étnicas son perseguidas".
La Unión Europea, ONU, Alemania y España ya habían condenado el accionar de la junta militar y anticiparon que aumentarán las sanciones para con el gobierno de facto.
Fuente: AFP, DPA y Télam
