La fuerza aérea de Ucrania informó este miércoles que Rusia lanzó su mayor ataque de drones y misiles contra territorio ucraniano desde el inicio de la guerra en 2022, en medio de un contexto de estancamiento diplomático. La nueva ola de bombardeos aéreos se concreto después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara el envió de “mas armas” a Kiev.
Autoridades ucranianas confirmaron que el ejército ruso disparó 728 drones y 13 misiles; de los cuales 711 fueron interceptados y 7 misiles destruidos. "El objetivo principal del ataque fue la región de Volinia, la ciudad de Lutsk", ubicada a varios cientos de kilómetros del frente, indicó la fuerza aérea, que explicó que los ataques ocurrieron en "cuatro lugares de manera simultánea".
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Los ataques rusos dejaron un total de 10 heridos en la región de Kiev y ocho civiles muertos en la región de Donetsk, en el este del país, según la oficina del fiscal regional.
Por su parte, Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, denunció “un ataque revelador”, ya que muestra la negativa de Rusia a negociar un alto al fuego. Además, volvió a pedir “sanciones severas” contra el agresor y su economía; en especial el sector petrolero, "que ha estado alimentando la maquinaria de guerra de Moscú durante más de tres años".
El alcalde de la ciudad de Kiev, Vitali Klitschko, advirtió que la capital estaría bajo amenaza de misiles balísticos. Ante esto, el jefe de la administración militar, Timur Tkachenko, llamó a la población a refugiarse ante la amenaza contra la capital de la nación.
Estancamiento diplomático
A pesar de la presión ejercida por Trump, Moscú y Kiev se mantienen firmes en sus posiciones y aún están lejos de alcanzar un acuerdo, ya sea una tregua o un arreglo a largo plazo. Por el momento, no se ha anunciado una tercera ronda de conversaciones entre rusos y ucranianos, luego de dos reuniones poco fructíferas celebradas en Turquía a mediados de mayo y principios de junio de este año.
Frente a este statu quo diplomático, los dirigentes ucranianos acusan a Moscú de buscar "ganar tiempo", en un momento en que el ejército ruso, superior en número y armamento, sigue avanzando en el este de Ucrania.
Recientemente, Vladimir Putin, presidente de Rusia, volvió a negar la soberanía del vecino país al considerar que “los pueblos rusos y ucranianos son uno solo”. Estas declaraciones provocaron indignaciones en el gobierno de Kiev, que las calificó de “cínicas” y vio en ellas la prueba del “desprecio total” del gobierno ruso por los esfuerzos de paz.
Por su parte, Zelenski exige desde hace meses a sus aliados occidentales sistemas de defensa antiaérea para proteger sus ciudades, mientras que el Kremlin hace saber su descontento sobre la promesa norteamericana de enviar armas. Este escenario dificulta aún más la intención de alcanzar un alto al fuego entre ambas naciones.
El Vaticano como sede de negociaciones
Al mismo tiempo que ocurrían los ataques aéreos sobre ciudades del territorio ucraniano, el máximo mandatario ucraniano se reunió este miércoles con el papa León XIV. El encuentro se concretó en vísperas de una conferencia internacional en Roma sobre la "Reconstrucción de un país devastado por la guerra".
Tras el diálogo, el presidente ucraniano aseguró que cuenta con el Vaticano para buscar una reunión de “alto nivel” que termine con la guerra. Por su parte, León XIV transmitió a Zelensky la disponibilidad de la ciudad-estado para acoger una negociación con Rusia, según un escueto comunicado de la Santa Sede.
En los últimos meses, la Santa Sede ya se había mostrado partidario de acoger una eventual negociación entre Kiev y el Kremlin y, en esta ocasión, el Papa lo “reafirmó” ante Zelensky. La visita significa el segundo encuentro entre ambos desde que el nuevo pontífice asumió el cargo el pasado mayo.
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