Nada puede ya parar el Brexit: el acuerdo negociado por el premier Boris Johnson obtuvo ayer una primera victoria decisiva en el Parlamento, gracias a la nueva mayoría conservadora que le garantiza una aprobación en enero, tras años de crisis y bloqueo.
En una sesión extraordinaria ocho días después de las legislativas, en las que los conservadores obtuvieron una aplastante victoria, la nueva Cámara de los Comunes aprobó por 358 a 234 votos la primera etapa del proyecto de ley que debe traducir el Tratado de Retirada a la legislación británica.
“Estamos un paso más cerca de conseguir que se realice el Brexit”, tuiteó Johnson tras la votación.
El proyecto incluye una nueva cláusula que prohíbe que un miembro del Gobierno extienda el periodo de transición posterior al Brexit más allá de la fecha acordada, el 31 de diciembre de 2020.
Elimina además unas disposiciones anteriores que otorgaban al Parlamento cierto control sobre la negociación con la UE en torno a la futura relación comercial, que comenzará una vez el país esté fuera del bloque comunitario.
Mensaje. Al inaugurar el debate previo a la votación, el líder conservador pidió a los parlamentarios unidad para materializar la salida de la UE, en cumplimiento del resultado del referendo de 2016, en el que un 52 % frente a un 48 % de los británicos apoyaron el Brexit.
“Este es el momento de actuar juntos” y de “escribir un nuevo capítulo en la historia del país”, dijo, e instó a aprovechar las oportunidades que, según él, se presentan tras la salida del bloque europeo.
Instó a los diputados a permitir que “la calidez y el afecto natural que todos compartimos” con los países europeos ayuden a apoyar “un nuevo y gran proyecto nacional”.
Bloqueo. Desde el triunfo del “sí” en el referendo de 2016, el Brexit, inicialmente previsto para marzo de 2019, fue aplazado tres veces.
Desde que, en noviembre de 2018, la anterior premier, Theresa May, firmó los términos del divorcio negociado por dos años con la UE, el acuerdo sufrió tres estrepitosos rechazos en un Parlamento fragmentado entre pro y antieuropeos.
May regresó varias veces a Bruselas en busca de “garantías” para tranquilizar a los diputados.
Pero fracasó y renunció, tras lo cual fue reemplazada en julio por un Johnson que, rápidamente, perdió su frágil mayoría debido a una rebelión interna y al abandono de su aliado clave, el pequeño partido norirlandés DUP.
Hubo meses de caos y debates cada vez más ásperos, una suspensión gubernamental de las labores parlamentarias que la justicia acabó anulando por “ilegal”, una renegociación in extremis del acuerdo y finalmente las legislativas anticipadas que acabaron con el bloqueo al dar un amplio triunfo a los conservadores.
Los puntos centrales del acuerdo negociado por Londres y Bruselas
Estos son los principales puntos del Tratado de Retirada, de 535 páginas, acordado por Londres y Bruselas.
Periodo de transición. El texto prevé un período transitorio hasta el 31 de diciembre de 2020, durante el cual los británicos seguirán aplicando y beneficiándose de las normas europeas. Pagarán su contribución financiera, pero sin participar en las instituciones ni en la toma de decisiones. Se busca evitar una ruptura abrupta, especialmente para las empresas, y dar tiempo para negociar la relación entre Londres y la UE, muy difícil por el corto plazo.
Derechos de los ciudadanos. Los 3,2 millones de europeos que viven en el Reino Unido y los 1,2 millones de británicos en el continente podrán seguir estudiando, trabajando, recibiendo subsidios.
La factura a pagar. El Reino Unido cumplirá los compromisos adoptados en el marco del actual presupuesto europeo, que abarca la transición.
Aduanas en Irlanda del Norte. Irlanda del Norte permanecerá en el territorio aduanero del Reino Unido, pero respetará las regulaciones del mercado único europeo para mantener abierta la frontera terrestre con la vecina República de Irlanda, país miembro de la UE.
Cuando entren en Irlanda del Norte productos de terceros países que se quedarán en la provinica, se aplicarán aranceles británicos. Si la mercancía está destinada a entrar en la UE, se aplicarán los aranceles de la UE.
La asamblea regional de Irlanda del Norte debe aprobar por mayoría simple durante el periodo de transición si quiere aplicar estas disposiciones a partir del 1 de enero de 2021 y confirmarlo cada cuatro años.
IVA. Para evitar una frontera física entre las dos Irlandas y proteger la integridad del mercado único europeo, en el Ulster se aplicará el IVA de la UE.
Acuerdo de libre comercio. En una “declaración política” que acompaña al Tratado la UE y el Reino Unido expresan su su intención de alcanzar una relación comercial posbrexit “sin aranceles aduaneros ni cuotas”. Bruselas exige “garantías” sobre el respeto de condiciones de competencia justas. El objetivo es evitar que el Reino Unido sea un competidor “desleal” a las puertas de la UE que no cumpla con las normas sociales, fiscales y ambientales del bloque.