En medio de una ráfaga de detonaciones, policías fuertemente armados irrumpieron en el interior de una cafetería de Sidney donde un hombre armado, presuntamente terrorista islámico, tenía a varios rehenes.
La policía se abalanzó sobre el negocio poco después de que se observó que cinco o seis rehenes salieron corriendo del Lindt Chocolat Cafe en el centro de Sydney la madrugada del martes. Varios agentes escoltaban a una mujer llorando.
La escena dramática se desarrolló poco después que la prensa local reveló la presunta identidad del hombre armado que secuestro a los rehenes durante más de 16 horas.
El secuestrador de Sidney, independientemente de si es un "lobo solitario" o de si actuó en grupo, parece seguir la consigna dada por los grupos yihadistas: pasar a la acción en su lugar de residencia haciendo el mayor ruido posible.
Respecto a la toma de rehenes en la cafetería Lindt de Sídney, donde se desplegó una bandera negra utilizada por los movimientos yihadistas en una ventana, Nick O'Brien, un experto en terrorismo de la universidad australiana Charles Sturt, estimó que el autor pudo "inspirarse en las publicaciones del Estado Islámico (EI)".