En medio de una fuerte crisis económica en Sri Lanka, miles de personas tomaron este sábado 9 de julio la residencia presidencial de Gotabaya Rajapaksa e incendiaron la casa del primer ministro, Ranil Wickremesinghe. Sin embargo, no solo irrumpieron en la casa de gobierno, sino que también utilizaron las instalaciones del lugar: se bañaron en la pileta y durmieron en la cama del mandatario.
Las imágenes de la revolución social en el país del sur asiático recorrieron el mundo entero no solo por la gran indignación que reflejan, sino también por lo impactantes que pueden llegar a ser. Como consecuencia de la escalada de tensión, el presidente y el primer ministro anunciaron que dejarán sus puestos, de acuerdo con la información de AFP. De igual forma, la dimisión se hará efectiva cuando todos los partidos políticos puedan acordar la formación de un nuevo gobierno.
Las impactantes imágenes de Sri Lanka
Pese a que las protestas comenzaron en marzo, la situación social terminó por desbordar debido a la gran escasez de alimentos, combustibles y medicamentos, por lo que miles de personas irrumpieron en la residencial presidencial. Cerca de 100 mil personas rompieron el perímetro de seguridad y la Policía intentó calmar la situación con gases lacrimógenos, pero los intentos por detener a la multitud enardecida fueron en vano.
Los manifestantes también hicieron uso de las instalaciones de las que gozaba el presidente, se metieron en la pileta y una persona hasta se bañó fuera de la piscina, así como también se acostaron en la cama de Rajapaksa.
Incendiaron la residencia del primer ministro
Horas después de que tomaran la casa presidencial, el hogar del primer ministro comenzó a arder en llamas, puesto que decenas de personas se hicieron presentes frente a la casa del premier e incendiaron la residencia.
Como consecuencia de estas revueltas, los medios locales afirman que se registraron hasta el momento 50 heridos, de los cuales 3 presentan heridas de bala.
Antes de incendiar la casa de Wickremesinghe, miles de personas se hicieron presentes en las afueras de un estadio donde se disputaba un partido de cricket contra Australia para visibilizar la difícil situación que atraviesa el país con una deuda a cuestas con organismos internacionales y una economía en bancarrota.
RdC / ED