Las autoridades mexicanas hallaron ayer una camioneta abandonada en la frontera entre los estados de Michoacán y Guerrero con los cadáveres de doce hombres asesinados a tiros y con signos de haber sido torturados, mientras crece el temor de que cuando se levanten las restricciones por la pandemia la violencia tenga un estallido brutal en el país.
Las víctimas fueron encontradas por la mañana en una carretera que conduce a la comunidad de Huetamo, a unos 206 kilómetros de Morelia, capital del estado, y según las primeras pesquisas se trató de un “ajuste de cuentas” entre narcotraficantes.
Los cadáveres, informó la fiscalía local, presentaban huellas de tortura e impactos de bala. Algunos de ellos estaban desnudos. Los cuerpos fueron trasladados al Servicio Médico Forense (Semefo), y la fiscalía se encuentra en espera de que sean identificados y reclamados por sus familiares.
Michoacán es una de las regiones de México más afectadas por la violencia que generan las bandas criminales dedicadas al narcotráfico y otros ilícitos.
A fines de 2006, el gobierno del entonces presidente Felipe Calderón lanzó en Michoacán una polémica ofensiva militar contra el narco –luego extendida a nivel nacional– que, según especialistas y defensores de los derechos humanos, es uno de los principales móviles de una escalada de violencia en México.
Según cifras oficiales, desde entonces se han registrado casi 275 mil asesinatos en el país, aunque no se detalla cuántos casos están ligados al combate de las mafias.
Pospandemia. La larga noche de violencia que castiga a México desde fines de 2006 no ha dado tregua, a pesar de la crisis sanitaria por el coronavirus, pero los expertos vaticinaron una ola de violencia renovada para la etapa de pospandemia.
“Lo que probablemente sucederá a partir de junio, cuando las autoridades pretenden comenzar a levantar la larga cuarentena iniciada el 23 de marzo, es un repunte, una crecida de todos los delitos, y no será solo un rebote”, afirmó Francisco Rivas, director de la ONG Observatorio Nacional Ciudadano (ONC).
“Va a haber más gente dispuesta a cometer un delito, con o sin violencia, precisamente porque la crisis económica no tiene antecedentes”, afirmó el activista.
Los principales organismos financieros internacionales y expertos locales prevén para México una caída del producto interno bruto que oscilaría entre 5% y 10%, y del 35% solo en el segundo trimestre del año, así como la pérdida de más de un millón de empleos.
México ya viene arrastrando marcas históricas continuas desde el año pasado, y sólo en abril se registraron 2.950 asesinatos. El gobierno presumió hace unos días que hubo “una ligera disminución” de 1,6% respecto de marzo, pero los especialistas estimaron que la cifra es similar porque este último mes tuvo un día más.