“En el mundo femenino me dicen que subió bastante mi popularidad”, declaró anteayer en una conferencia de prensa el presidente de Paraguay y ex obispo, Fernando Lugo, cuando le preguntaron sobre las denuncias de paternidad que le adjudican, que ya son cinco desde que asumió el poder en agosto del año pasado.
Sus declaraciones desataron un nuevo escándalo en la sociedad paraguaya y provocaron que la diputada opositora Olga Ferreira de López advirtiera que otra mujer estaría embarazada del primer mandatario.
Esta semana la polémica volvió a surgir cuando su sobrina denunció su presunta paternidad de Fátima Rojas , una joven de 22 años que se casó una semana atrás en una ceremonia en la que el primer mandatario fue el invitado principal.
En una actitud que despertó críticas de la oposición, el jefe de Estado no desmintió ni admitió la acusación. “Fátima Rojas pertenece a una familia que conozco desde 1977. Pido disculpas a esa familia porque se ha invadido su privacidad”, se defendió el ex obispo. Además, completó: “Esto forma parte de una gran campaña montada, sin ningún asidero objetivo. No merece ningún comentario”.
El caso Rojas surgió luego de que Mirta Maidana, hija de Merdcedes Lugo, ex primera dama hermana del presidente, acusara a su tío de ser el verdadero padre de la mujer. “La familia siempre supo de la existencia de esta joven. Era un secreto a voces que era la hija del presidente”, afirmó Maidana desde Asunción.