Lo peor de la pandemia está llegando a Latinoamérica, aunque también las consecuencias posteriores serán devastadoras pues unos 30 millones de personas regresarán a niveles de pobreza de los que habían salido y habrá también un impacto negativo en la educación que reciben millones de niños de la región.
Ese es el diagnóstico del Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD), según una entrevista ofrecida por su director regional, el economista mexicano Luis Felipe López Calva.
“Cerca de 30 millones de personas, en la región, volverán a caer en la pobreza después de un período de reducción de pobreza que suma quince años”, precisó el funcionario, que también es subsecretario general adjunto de la ONU. El mayor impacto del Covid-19 se verá “en niveles sociales muy, muy bajos” a los que el Banco Mundial llama “de pobreza extrema”, con ingresos diarios por persona de 1,9 dólares, dijo López Calva.
López Calva también apuntó como preocupación que, en la informalidad laboral regional, “las mujeres están especialmente sobrerrepresentadas”, por lo que “se convierten en un grupo altamente vulnerable”.
Asimismo, advirtió que los impactos socioeconómicos del Covid-19 “son diferentes entre las regiones”, y justificó las medidas adoptadas por varios gobiernos para “el control de la pandemia, debido a la incertidumbre, a la magnitud y (la necesidad de ubicar dónde están) los principales puntos calientes de contagio”, lo que lleva a “un cierre completo” de la economía.
“La emergencia sanitaria, básicamente, se convierte en el elemento más importante” en el inicio de la crisis en la que “luego, se detiene la economía”, indicó López Calva.
Con esas medidas, “la economía se contrae” y, “en muchos casos, todo el gasto se contrae, por lo que las empresas empiezan a tener problemas de liquidez, no pueden pagar los salarios y, eventualmente, tienen que despedir a la gente que (en consecuencia) deja de recibir sus salarios”, describió.
“Los grandes grupos de población que se ven afectados muy duramente por estas situaciones se encuentran en países de ingresos medios y bajos”, donde para peor hay “seguro de desempleo o mecanismos muy limitados para proteger a esas personas”. Entonces, dijo, “los gobiernos son reactivos” y rechazan medidas proteccionistas, “pero tratamos de transferir ingresos” desde organismos internacionales.
López Calva también subrayó problemas en el proceso educativo de la región, porque el coronavirus ha obligado a la implementación de aulas virtuales, pero “en muchos países” gran cantidad de grupos sociales “no tienen acceso” a internet, por lo que habrá “una segunda etapa de impacto en la capacidad de individuos, niños y jóvenes para continuar con su educación”.
Para determinar otro impacto de las medidas para enfrentar el Covid-19, López Calva propuso “investigar las quiebras y a las empresas que no tienen la capacidad de pagar sus préstamos”. Eso permitirá establecer “un gran impacto en el sector financiero”, lo que hará evidente que “la pandemia está afectando realmente a las economías y a los individuos con mucha dureza”.
