Al menos tres personas murieron y 70 permanecen desaparecidas luego de que un lujoso crucero se encallara en las costas de la isla de Giglio, al norte de Italia, con 4.200 pasajeros a bordo.
El Costa Concordia quedó inclinado y hubo quienes intentaron salir en botes o tirándose al mar. En un principio, el propio capitán señaló que se trataba de un problema eléctrico pero luego comenzó a entrar agua, aseguran los cables.
Luciano Castro, uno de los pasajeros, reconstruyó el episodio: "Estábamos cenando cuando las luces se fueron de repente, oímos un estruendo y un crujido y toda la cubertería se cayó al suelo", publicó la agencia de noticias Ansa.
El buque había sido a primera hora de este viernes de Civitavecchia, cerca de Roma y tenía previstas escalas en las ciudades italianas de Palermo y Cagliari, en las españolas Palma de Mallorca y Barcelona y en la francesa Marsella antes de llegar a Savona. Tras el rescate, algunos pasajeros fueron hospedados en Roma y otros en los casass de los pobladores, en cercanías del lugar de la tragedia.
Las dramáticas imágenes, que remiten al ostentoso Titanic hundido en el año 1912, muestran a la embarcación de 290 metros inclinada unos 20 grados.