Pese al fracaso de su segunda cumbre con Kim Jong-un, Donald Trump calificó ayer de “muy sustanciales” las negociaciones que mantuvo esta semana con el líder de Corea del Norte, en un esfuerzo por reanudar el diálogo con Pyongyang. “Mantuvimos unas negociaciones muy sustanciales con Kim Jong-un. Sabemos lo que quieren y ellos saben lo que queremos. ¡Muy buena relación, ya veremos qué pasa!”, escribió el mandatario en su cuenta personal de Twitter. Trump volvió a su país después de abandonar Hanoi horas antes de lo previsto y sin firmar una declaración final. La Casa Blanca y Pyongyang difundieron versiones contradictorias sobre los motivos que frustraron un acuerdo, pero evitaron calificarlo como un fracaso. El republicano afirmó que dejó la mesa de negociación tras la insistencia de los norcoreanos para que Estados Unidos levantara todas las sanciones que pesan sobre su país. Sin embargo, el ministro de Exteriores de Corea del Norte, Ri Yong-ho, lo contradijo, al afirmar que su gobierno solo pidió un alivio parcial de esas medidas. “No creo que la cumbre de Vietnam sea el final de este proceso de negociación. Pero ahora es el momento de que los diplomáticos norcoreanos y estadounidenses se tomen el tiempo necesario para que ambos países acerquen sus posturas. Solo entonces tendría sentido que Trump y Kim se vuelvan a reunir”, explicó a PERFIL Ramón Pacheco Pardo, profesor del King´s College de Londres. La principal traba en la negociación habría sido la diferencia sobre el significado del término “desnuclearización”, que para Estados Unidos debe ser total y verificable. Para Pyongyang, en cambio, sería un proceso gradual y de largo plazo. “Tendrán que pasar más tiempo negociando, con la ayuda de Corea del Sur, para lograr un acuerdo”, agregó Pacheco Pardo.
Críticas. Los padres de Otto Warmbier, un joven estadounidense apresado y torturado por las autoridades coreanas, que entró en coma en 2017 y murió, cuestionaron a Trump por aceptar la versión de Kim sobre el caso. “Kim y su malvado régimen son responsables de la muerte de nuestro hijo Otto. Kim y su malvado régimen son responsables de una crueldad e inhumanidad inimaginables. No hay excusas que puedan cambiar eso”, declararon. El presidente había asegurado que creía en lo que le había explicado el líder norcoreano. “He hablado con él y de verdad creo que no le favorecía en nada que eso pasara. Me dijo que no se enteró cuando Warmbier falleció y yo le creo”, dijo Trump.
