Bajo un clima de tensión se celebró en Canadá la cumbre del G7. La reunión congregó este fin de semana a un grupo de grandes potencias que discutieron temas económicos -como así también relativos a la paz, el medioambiente y la lucha antiterrorista-. Las imágenes difundidas tras el encuentro pusieron de manifiesto los liderazgos de los dirigentes, que al parecer cada uno percibe de modo diferente.
Así lo muestran las fotos oficiales de cuatro de los principales líderes que estuvieron presentes este fin de semana en Quebec, en las que las diversas perspectivas reflejan cómo vieron un mismo acontecimiento cada uno con su punto de vista.
One scene - four different perspectives #G7
1) by Merkel‘s team 🇩🇪
2) by Macron’s team 🇫🇷
3) by Conte’s team 🇮🇹
4) by Trump’s team 🇺🇸 pic.twitter.com/q3qaSfaiQS— Fabian Reinbold (@fabreinbold) June 9, 2018Esto no les gusta a los autoritariosEl ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.Hoy más que nunca Suscribite
La imagen publicada desde la cuenta del portavoz de Angela Merkel muestra a la canciller alemana en una situación de aparente tensión con el mandatario estadounidense Donald Trump, en la que ella está inclinada hacia el, que la mira fijamente. Esta es la fotografía que se viralizó, dada la tensión que refleja entre ambos líderes.
En tanto, la instantánea del presidente Donald Trump capta un momento en el que está sentado hablando, mientras el resto de los asistentes -que están de pie- lo miran y sonríen. En esa captura, no se ve a la canciller alemana, al contrario de su foto.
En el caso del presidente francés, Emmanuel Macron, la imagen oficial elegida ilustra un momento que muestra al mandatario tomando la palabra, mientras el resto de los asistentes se ven en silencio y atentos.
El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, compartió en su cuenta oficial una foto en la el está de pie y de espaldas, al parecer leyendo en voz alta un documento.
La atmósfera suele ser tensa cuando se acerca el inicio de la cumbre, que es celebrada en el país que tiene entonces la presidencia rotatoria. Las reuniones siempre cierran con una declaración común para salvar las apariencias. Este año el encuentro comenzó con disputas en torno a los nuevos aranceles impulsados por el presidente estadounidense sobre todo contra China. Tras la cumbre, el republicano retiró bruscamente su apoyo a un comunicado final, pese a un compromiso que se había alcanzado tras arduas discusiones sobre temas comerciales.
Si bien su delegación y él mismo habían dado el aval a ese documento final que consta de 28 puntos, Trump advirtió en un tuit que había ordenado a sus representantes que retiraran la firma estadounidense del documento.
Desde Alemania repudiaron este comportamiento. El ministro de Relaciones Exteriores de ese país, Heiko Maas, publicó en su cuenta de Twitter: "Usted puede destruir una gran confianza muy rápidamente en un tuit. Eso hace que sea aún más importante que Europa se una y defienda sus intereses de modo más ofensivo", publicó Maas.
Además, tras la reunión del G7, el mandatario estadounidense calificó al primer ministro de Canadá y anfitrión de la cumbre Justin Trudeau, como una persona "deshonesta y débil", pese a que el día anterior había dicho que la relación bilateral nunca había sido tan buena en la historia de ambos países.