Donald Trump cumple hoy cien días al frente del gobierno y los “festejó” fiel a su estilo: firmó un polémico decreto para permitir más exploraciones petroleras en el mar, lanzó elogios desmedidos hacia sí mismo (“nunca se ha visto nada igual”) y le aseguró al poderoso lobby de las armas que “tienen un amigo” en la Casa Blanca.
Sin embargo, en una de las entrevistas que concedió, Trump dejó ver una sinceridad inesperada: “Pensé que iba a ser más fácil” ser el presidente de Estados Unidos, admitió, y agregó que “amaba” su vida anterior, cuando “tenía tantas cosas. Ahora tengo más trabajo”.
Elogios. Pero en sus declaraciones oficiales, el magnate retomó el tono triunfalista que lo caracteriza desde la campaña, al evaluar sus primeros cien días, un período que en Estados Unidos es tradicional para evaluar el “arranque” del gobierno.
“Vamos terriblemente bien, hemos hecho muchas cosas”, dijo durante la firma de una orden ejecutiva que revisará las prohibiciones para explotaciones petroleras en las costas del país, lo que puede abrir zonas del Ártico o del golfo de México a nuevos pozos, algo que Barack Obama había bloqueado por el riesgo ambiental.
Trump dijo estar convencido de que “nunca se ha visto nada igual. Cien días son un falso estándar, pero tengo que decirles que creo que nadie ha hecho lo que nosotros hemos sido capaces de hacer en cien días, así que estamos felices”, afirmó.
Sin embargo, como suele suceder, los hechos se empeñan en desmentir el optimismo del presidente. Ayer se conoció que la economía estadounidense avanzó en el primer trimestre de 2017 a un ritmo anual del 0,7%, el más lento en tres años.
En el plano político, el presidente no logró aprobar su reforma al sistema de salud –pese a la amplia mayoría de la que goza su partido, el Republicano– y hasta este viernes no había completado su gabinete. Ayer propuso a una hispana, Jovita Carranza, cuya nominación deberá ser aprobada por el Senado, que el jueves le aprobó el secretario de Trabajo, otro hispano, Alex Acosta.
En política exterior, Trump también ha roto moldes: es el primer mandatario norteamericano que no realizó ningún viaje al exterior durante los primeros cien días de gobierno.
Su lema America first (Estados Unidos primero) se traduce en una agenda exterior mucho más contenida que la de sus predecesores. En el mismo período, Obama ya había visitado México, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Turquía e Irak.
Durante la campaña, el republicano había adelantado que no saldría mucho del país para priorizar los asuntos nacionales.
Sin embargo, hay analistas que consideran que no viaja por su impopularidad en el exterior, que podría enfrentarlo a protestas. Su hija Ivanka fue abucheada en la semana al participar del G20 de las mujeres, en Alemania.
Al lobby de armas: “Tienen un amigo”
Trump participó ayer como una estrella de la convención anual de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), el lobby de las armas, probablemente el más poderoso del país, que desde hace décadas impide la aprobación de regulaciones para la portación de armas, que los expertos apuntan como una de las razones de las frecuentes matanzas que se producen en el país. “Ustedes tienen un verdadero amigo en la Casa Blanca”, dijo el presidente ante una multitud entusiasta, prometiendo “el fin de ocho años de ataques” contra la segunda enmienda de la Constitución. “Como su presidente, nunca atentaré contra el derecho del pueblo a tener y portar armas”, dijo Trump. “Ustedes me apoyaron, yo los voy a apoyar”, agregó. La NRA apoyó tempranamente a Trump durante su campaña a la Casa Blanca. Fue la primera visita de un mandatario a la convención del lobby de las armas desde la de Ronald Reagan, en 1983.