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Con la mira en las primarias de New Hampshire, que también se celebrarán el próximo martes, los aspirantes republicanos debatieron ayer por la noche en ese Estado.
Tras su traspié en Iowa, Donald Trump acompañó a sus colegas republicanos en el Saint Anselm College en Manchester, New Hampshire. “Vean, ésta es mi primera vez. Soy político desde hace siete meses. Compito con gobernadores y senadores, que han hecho esto toda su vida”, dijo Trump al explicar su derrota. “A mí me parecía que la gente simplemente iba a votar”, afirmó esta semana, al admitir que “no se había dado cuenta” de la necesidad de alentar a sus partidarios a participar en las asambleas. El magnate inmobiliario no participó en el debate previo a los caucus del lunes pasado en Iowa debido a una pelea con la cadena Fox News.
En tanto, el gobernador de New Jersey, Chris Christie, dijo Trump fue recibido “con los brazos abiertos”, al tiempo que aseveró que los senadores Ted Cruz y Marco Rubio, otros de sus adversarios, no están preparados para ser presidentes.
Cruz, senador por Texas y miembro del Tea Party, sorprendió a la prensa al ganar Iowa. Por su parte, Rubio, quedó en tercer lugar, pero se erigió en la gran esperanza del establishment republicano para obtener la nominación y derrotar a Trump.
Preocupado por el crecimiento de Rubio, Jeb Bush, hermano de George W., aseveró ayer que “él es un gran muchacho, pero no es un líder”, en un esfuerzo por superarlo en los sondeos.