Tras la mediación del presidente estadounidense, Donald Trump, ahora es el turno de Turquía de involucrarse directamente en las complejas negociaciones tendientes a encontrar una salida a la guerra en Ucrania.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, tiene previsto encontrarse este fin de semana con su par ruso, Vladimir Putin, para tratar de acordar algunos puntos que permitan acercar posiciones entre ambos bandos.
Lo harán durante la megacumbre que lleva adelante China con sus socios en Beijing, donde convergen los mandatarios de una veintena de países, entre ellos varios incómodos para Occidente, como el propio Putin y el líder norcoreano, Kim Jong-un.
“Turquía desempeña un papel importante en el proceso de resolución del conflicto de Ucrania”, declaró el asesor de política exterior del Kremlin, Yuri Ushakov, justificando la mediación de Erdogan.
Turquía ha acogido tres ciclos de diálogos entre Rusia y Ucrania este año, que terminaron sin avances para un cese del conflicto, que comenzó en febrero de 2022 con la invasión rusa.
El gobierno turco mantiene buenos vínculos con ambas partes y, aunque respeta la reivindicación de Ucrania sobre su integridad territorial, se mantuvo al margen de las sanciones de las potencias occidentales contra Rusia.
Giro de Rusia. Los negociadores turcos sostienen que hubo un leve cambio en la postura del Kremlin, y tienen la esperanza de poder encontrar una solución.
Según Turquía, Rusia ha suavizado su postura tras la reciente cumbre en Alaska entre los presidentes Trump y Putin.
Rusia sigue exigiendo a Ucrania la cesión del Donbás (este), que no controla íntegramente, pero está dispuesta a congelar el frente en el sur del país, afirmó el canciller turco, Hakan Fidan. Consultado al respecto, el Kremlin no desmintió ni confirmó dichas afirmaciones, explicando que no quería revelar los “detalles” de las negociaciones.
El ejército ruso ocupa aproximadamente una quinta parte del territorio ucraniano y Moscú reclama la anexión de cinco regiones: las orientales Donetsk y Lugansk, que forman el Donbás, las meridionales Jersón y Zaporiyia, y la península de Crimea, anexionada en 2014.
Durante las conversaciones celebradas a principios de año en Estambul, los negociadores rusos exigieron a Ucrania retirarse por completo de estas cinco regiones como condición previa al cese del conflicto.
No obstante, según Turquía, Rusia ha suavizado su postura. Los rusos han “renunciado a esta exigencia y permanecen en las líneas de contacto, con la excepción de una región”, declaró Fidan en una entrevista con el canal de televisión TGRT Haber, sin dar mayores detalles.
“Actualmente existe un acuerdo preliminar sobre la restitución (cesión a Rusia) del 25% al 30% de la región de Donetsk y el mantenimiento de las líneas de contacto en las de Zaporiyia y Jersón”, agregó el canciller turco.
El ministro no precisó si este “acuerdo preliminar” se había alcanzado entre Moscú y Washington o entre Moscú y Kiev, que de momento ha rechazado categóricamente cualquier concesión territorial.
Cuando la prensa le preguntó sobre este tema al portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló que Rusia prefería “no revelar todos los detalles de las conversaciones mantenidas entre los dos presidentes en Alaska”, pero remarcó que fueron “muy constructivas”.
Algunos responsables, bajo condición de anonimato, ya habían informado de este aparente cambio de postura por parte de Rusia.
Sin embargo, el jefe de la diplomacia turca reconoció que sería “difícil” para Ucrania ceder territorios, en particular la vasta cuenca minera e industrial del Donbás, que es la zona mejor defendida del frente, con ciudades fortificadas y kilómetros de trincheras.