Los "chalecos amarillos" salieron de nuevo a la calle este sábado en toda Francia, en la manifestación número 13 desde que empezó el movimiento, ahora un tanto debilitado después de tres meses de protestas, y uno de los manifestantes sufrió gravísimas lesiones en una mano cuando la manifestación pasaba frente al parlamento de la capital, señalaron periodistas de la agencia AFP. "El hombre fue evacuado por los bomberos con una venda en el antebrazo", indicó la misma fuente. Los llamados 'street-medics' que acompañan a los manifestantes, hablaban de "una mano arrancada", cuyas crudas imágenes fueron difundidas por la cadena rusa RT, y si bien la policía todavía no se expidió sobre el tema, según un testigo que filmó el final del accidente, Cyprien Royer, la mano fue alcanzada por una granada llamada "de dispersión", que usó la policía para dispersar a los manifestantes cuando se acercaban a la entrada de la Asamblea Nacional.
Según el testigo, de 21 años, la víctima es un fotógrafo de los "chalecos amarillos" que estaba tomando fotos de la gente empujando las vallas que protegían la entrada del parlamento.
"Cuando los policías quisieron dispersar a la gente, el fotógrafos recibió una granada de dispersión en la pantorrilla, quiso darle un golpe con la mano para que no explotara en su pierna pero cuando la tocó estalló", explicó el testigo a la AFP.
"Le pusimos a un lado, llamamos a los 'street-medics', era feo, gritaba de dolor, ya no tenía ningún dedo, no quedaba casi nada encima de la muñeca", afirmó. La prefectura de policía se limitó a confirmar a la AFP que un manifestante "resultó herido en la mano" y fue auxiliado por los bomberos, sin dar más detalles.
En París este sábado varios centenares de personas llegaron por la mañana a los Campos Elíseos, de donde la manifestación partiría en dirección a la Torre Eiffel, indicó un periodista de la AFP en el lugar. "No hay que rendirse, hay que ganar para tener más justicia social y fiscal en este país", dijo Serge Mairesse, un jubilado de Aubervilliers, cerca de París, que llevaba una pancarta reclamando el restablecimiento del impuesto sobre la fortuna, que el presidente francés Emmanuel Macron redujo sustancialmente. "Este movimiento expresa la auténtica cólera social en este país, la gente que nunca se escucha", afirma este hombre de 63 años, que participa en su undécima manifestación desde que empezaron las protestas, en noviembre.
Según un sondeo publicado el jueves, dos de cada tres franceses (64%) apoyan el movimiento de los chalecos amarillos
Los manifestantes llevaban consignas contra la policía, a la que acusan de haber provocado varios heridos usando sus balas de goma. Dos vehículos blindados de la gendarmería estaban aparcados frente al Arco de Triunfo, que fue atacado por los manifestantes el pasado 1 de diciembre.
En el resto de Francia había manifestaciones previstas en Burdeos y Toulouse, donde se vivieron enfrentamientos en las últimas semanas. También hay movilizaciones previstas en Lille, Nantes, Rennes o Brest. El movimiento está provocando un importante conflicto diplomático entre Francia e Italia, después de que Luigi Di Magio, líder del Movimiento 5 Estrellas y número 2 del gobierno italiano, se reuniera el martes con Christophe Chalençon, uno de los líderes de los "chalecos amarillos" que pidió poner en el poder en Francia a un antiguo militar.
AFP/H.B.