“Cuando Barry se miraba en el espejo, veía a un joven negro. Pero no sabía cómo ser negro, y no había nadie que le enseñara. Entonces decidió comportarse como los personajes negros que veía en la televisión: comenzó a actuar como alguien rudo. Empezó a fumar y a beber. Y probó las drogas”.
Barry es Barack Obama, y la cita textual no pertenece a una biografía no autorizada sino a un manual escolar para niños de cuarto grado. El libro Barack Obama es parte de la colección History Maker Bios (editorial Lerner Publishing), que presenta las biografías de todos los presidentes estadounidenses, desde Richard Nixon, como material de estudio para la escuela primaria. Ninguna, sin embargo, había causado tanto revuelo.
Luego de relatar el vacío que sintió el pequeño Barry tras separarse de su padre, la biografía detalla su búsqueda de identidad juvenil y su incursión en sustancias prohibidas. “¿Ese era el significado de ser negro?”, indaga la autora Jane Sutcliffe.
Que Obama probó las drogas no era ningún misterio: en la biografía El puente: vida y ascenso de Barack Obama, el periodista David Remnick reveló que el actual mandatario fumaba marihuana en sus años de estudiante universitario. Lo que escandaliza a parte de la opinión pública es que esa información ahora sea objeto de estudio para niños de nueve o diez años.
“No digo que los chicos de cuarto grado no deban saber sobre las drogas, pero me preocupa que este libro es como la versión de Oliver Stone de la historia: pinta a un personaje mítico y le quita el trasfondo”, dijo a la cadena Fox News Kyle Olson, fundador de la conservadora Education Action Group Foundation.
El manual tiene otros capítulos polémicos. En uno de ellos se pinta a los votantes blancos como racistas. Según los críticos, el libro también evita mencionar aspectos negativos de la gestión de Obama. No es nada comparado con el debate sobre las drogas en la vida del presidente.
