Durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial, allá por 1945, un submarino alemán modelo U-864 se dirigía hacia Japón, transportando acero, plomo y 65 toneladas de mercurio. Pero la nave nunca llegó a destino: cuando bordeaba las costas noruegas, recibió un disparo de un submarino y británico y se hundió, lo que provocó la muerte de todos los tripulantes. El objetivo con el cual zarpó el U-864 era reforzar a los aliados de Adolf Hitler.
Casi 75 años después, el submarino está todavía hundido, a 150 metros de profundidad, en el fondo del mar de Noruega, cerca de la isla de Fedje. Según especialistas, su carga podría generar un severo daño ecológico si se liberase. Temen que se desencadene un Chernoby acuático.
A raíz del impacto, el submarino se encuentra partido en dos mitades y algunos de sus fragmentos están esparcidos la nave en los alrededores. Según informa la BBC, la comunidad científica analiza formas para evitar riesgos de contaminación. Aparentemente, el peligro es real, ya que desde hace años se registran mediciones que muestran concentraciones de mercurio superiores a las que se recomiendan.
Las autoridades consideraron que la mejor opción y la más segura es la de recubrir el submarino. Para el año 2020 se prevé que esté terminado un cobertor de 47.000 metros cuadrados, debajo del cual estará la nave.
La posibilidad de quitar los restos de las nave está descartada, dado que ese movimiento permitiría que el mercurio pueda esparcirse. Años atrás se rellenó, con 100.000 metros cúbicos de arena y roca ,una pendiente sobre la que se encuentra la proa, de manera tal de para prevenir que el submarino se moviera durante los temblores que hay bajo el agua, en las profundidades del mar.
A partir de las investigaciones científicas, las autoridades consideraron que la mejor opción y la más segura es la de recubrir el submarino. Para el año 2020 se prevé que esté terminado un cobertor de 47.000 metros cuadrados, debajo del cual estará la nave. Se espera que esta operación, que comenzará el año que viene, demande un gasto 32 millones de dólares.
La estrategia de recubrimiento ha sido implementada en alrededor de 30 sitios para evitar tragedias humanas y ecológicas. En este caso, la firma contratada por el gobierno noruego para realizar el trabajo es la compañía holandesa Van Oord.