AFP
Panamá
La VII Cumbre de las Américas será recordada por la foto que inmortalizó el encuentro entre Barack Obama y Raúl Castro. Más allá de ese histórico evento, el encuentro hemisférico, que por primera vez reunió a los 35 gobiernos de la región, no logró propuestas a futuro ni avanzó en la redacción y adopción de un documento final.
Encolumnados detrás de Venezuela, varios países, entre ellos la Argentina, cuestionaron el decreto norteamericano que calificó a Caracas como “una amenaza extraordinaria a su seguridad”. Nicolás Maduro y Rafael Correa recordaron las invasiones y agresiones de Estados Unidos a países de la región. “Esos países criticaron a Estados Unidos porque esa posición les da dividendos políticos domésticos”, sostuvo Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano.
Pese a la histórica participación de Cuba, la Cumbre dejó un sinsabor, motivado por la falta de propuestas a futuro. La séptima cita hemisférica buscó que los líderes alcanzaran compromisos para llevar la bonanza alcanzada en las últimas décadas a los sectores más vulnerables de la región, en la que alrededor de 167 millones de personas viven en la pobreza, según las Naciones Unidas. Pero, sin embargo, no esbozó medidas concretas para alcanzar ese objetivo.
El grupo de líderes coincidió en la necesidad de atacar la desigualdad, pero buena parte utilizó su turno en la sesión matutina para celebrar la primera participación de Cuba y criticar al presidente estadounidense, Barack Obama, por las últimas decisiones de su política exterior hacia Venezuela.
Sin acuerdo. La exigencia del gobierno de Maduro -rechazada por Washington- de repudiar el decreto que calificó a su país como “una amenaza extraordinaria a la seguridad de los Estados Unidos” bloqueó la posibilidad de un consenso entre las 35 delegaciones. “No habrá documento final por falta de acuerdo sobre varios puntos”, informó esta semana el canciller argentino, Héctor Timerman. “Es una pena”, agregó, pero remarcó la importancia de “hablar sobre las diferencias” que hay en la región.
Pese a que dentro del temario de la Cumbre figuraban el combate a la pobreza, los aumentos de cooperación en varios campos –salud, educación y seguridad, entre otros– y el fortalecimiento de la gobernabilidad democrática y la participación ciudadana, poco se avanzó en esas áreas.
Reino Unido. Otro tema que partió a la Cumbre fue Malvinas. Mientras gran parte de los gobiernos latinoamericanos respaldaron la posición argentina, hubo un silencio absoluto de la Casa Blanca y de Canadá. Silencio que se evidenció aun más por la ausencia de Obama en la sala durante el discurso de CFK. El diálogo entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la lucha contra el narcotráfico, el respeto a los derechos humanos y el rol de la prensa también tuvieron lugar en el encuentro, que cerró ayer en Panamá.
