La llegada de Francisco a México causará revuelo, pero su popularidad en el país azteca está lejos de ser total.
Según datos de Parametría, el 65% de la población rechaza la colecta organizada por la Iglesia de ese país para cubrir los gastos de la gira. Además, un 93 por ciento dijo que no tiene pensado asistir a ningún acto realizado por Francisco, y sólo un 20 por ciento dijo tener una visión más positiva de la Iglesia Católica desde su nombramiento.
En su recorrido, el Papa visitará los estados de México, Chiapas, Michoacán, Chihuahua y el DF, que en total desembolsaron más de 165 millones de pesos mexicanos, unos 8,5 millones de dólares en la construcción de estadios y trabajos de logística, seguridad y acondicionamiento en los lugares que visitará. Otros gastos, que serán sufragados por las distintas sedes episcopales, incluyen 4 millones de pesos en la compra de botellas de agua, 3 millones en vallas de seguridad y un millón en la impresión de folletos y pintadas de paredes para publicitar las actividades.
México es, después de Brasil, el segundo país con más católicos del mundo, pero en los últimos años la cantidad de fieles ha bajado sensiblemente. Mientras que en 1950 el 98% de la población se consideraba católica, hoy “sólo” lo hace poco más del 84%: un total nada desestimable de 93 millones de personas.
El recorrido
En su primera Jornada, el Papa realizará el mayor trayecto a pie de la gira: 22 kilómetros de caminata. Partirá del hangar presidencial con rumbo hacia a la Nunciatura Apostólica, pasando por Santos Dumont, Fuerza Aérea Mexicana, Circuito Interior, Río Churubusco y Avenida de los Insurgentes. Posteriormente, saldrá de la Nunciatura hacia Palacio Nacional y la Catedral Metropolitana.