Rusia bombardeó ayer Kiev durante una visita de mandatarios africanos que buscan una mediación de paz. Los mandatarios africanos, entre ellos el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, se reunieron ayer con el jefe de Estado ucraniano, Volodimir Zelenski, y lo harán hoy en San Petersburgo con el presidente ruso, Vladimir Putin.
“Debe de haber una desescalada de ambas partes”, declaró Ramaphosa en una rueda de prensa junto a Zelenski.
Entre los mandatarios presentes estaban también el presidente senegalés, Macky Sall; el de Zambia, Hakainde Hichilema; y representantes congoleses, ugandeses y egipcios.
El ejército del aire ucraniano indicó que derribó doce misiles rusos, entre ellos seis Kinzhal supersónicos, interceptados cerca de Kiev. Además de los seis misiles hipersónicos, fueron derribados seis misiles de crucero Kalibr y dos drones de reconocimiento, precisó la Fuerza Aérea en Telegram. El jefe de la administración militar de Kiev, Serguéi Popko, dijo que todos fueron interceptados en la zona de la capital.
“Los misiles rusos son un mensaje a África: Rusia quiere más guerra, no la paz”, reaccionó en Twitter el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba.
Peter Stano, portavoz del jefe de la diplomacia europea Josep Borell, señaló que los dirigentes africanos fueron “acogidos de una manera muy especial con nuevos ataques de misiles”.
La visita de la delegación africana tiene lugar en plena contraofensiva de las fuerzas de Kiev, para tratar de recuperar territorios conquistados por Rusia desde el inicio de la invasión del país, en febrero de 2022.
Siete heridos en Kiev. El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, indicó que el bombardeo de la capital no causó daños. La policía regional informó sin embargo, que siete personas, entre ellas dos niños, resultaron heridos por fragmentos de misiles sobre una localidad de la región. “Explosiones en la capital. En la zona de Podil. En Kiev aún hay misiles en el aire”, escribió el alcalde de la ciudad, Vitali Klichkó, en su cuenta de Telegram. La Administración Militar de la ciudad confirmó que las defensas antiaéreas se activaron para hacer frente al ataque.
La delegación africana también visitó Bucha, donde se encontraba en el momento del ataque misilístico ruso, en las afueras de la capital, escenario el año pasado de una masacre de civiles atribuida al ejército de Moscú.
La mediación africana es la última iniciativa de una serie de esfuerzos diplomáticos que han intentado, hasta ahora en vano, mediar en el conflicto. Pero, según los expertos, tiene pocas posibilidades de prosperar.
Sudáfrica, criticada por su posición cercana a Moscú, se ha negado a condenar la invasión rusa y afirma que quiere mantenerse neutral e instar al diálogo. Los países africanos han denunciado de forma menos unánime que las potencias occidentales repudian la invasión rusa.
Putin intenta atraer a los dirigentes africanos, argumentando que Rusia combate el imperialismo occidental, y acusa a los aliados de Ucrania de bloquear con sus sanciones las exportaciones de cereales y fertilizantes rusos, claves para África.
“El sistema internacional neocolonial dejó de existir y el mundo multipolar, al contrario, se refuerza”, afirmó.