La sospechosa muerte de un hombre de 29 años, presuntamente, a manos de la policía británica desató una cruenta revuelta en toda Inglaterra, donde durante tres noches, los manifestantes recorrieron las principales ciudades expresando su rechazo a las fuerzas de seguridad y a las políticas de ajuste del primer ministro David Cameron.
Con la disposición de 1700 efectivos en las calles, los arrestos no se hicieron esperar, aunque en algunas situaciones se abra el debate sobre su justificación. Este es el caso de los menores procesados en medio de los disturbios.
Uno de los aspectos que más ha horrorizado a los ingleses al irse desgranando poco a poco la identidad de los autores de una violencia tan extrema como la vivida durante cuatro noches en Londres y en varias ciudades de Inglaterra, es su corta edad. Muchos son niños de 11 y 12 años, ni siquiera adolescentes. De hecho, según informó Scotland Yard, la mitad de los procesados en Londres son menores de 18 años.
Uno de los casos más notorio ocurrió en Nottingham. Allí, entre los acusados de causar desórdenes y daños a la propiedad privada figura una niña de once años. La menor declaró ante el juez y admitió haber participado en los disturbios en su ciudad, en concreto, rompiendo los escaparates de una tienda de ropa. El juez escuchaba atónito la narración de los incidentes protagonizados por esta niña, que hace un mes finalizó la primaria y que cuando fue arrestada eran cerca de las doce de la noche.
De acuerdo con los medios locales, la menor se encontraba en un restaurante de comida rápida cuando escuchó que había disturbios en el centro de Nottingham, por lo que decidió acudir. Allí se unió a un grupo de treinta jóvenes, todos varones, y a otras tres chicas. La policía la detuvo cuando lanzaba piedras contra los escaparates del comercio New Look and Flannels. La niña, que aseguró ante el juez haber sido incitada por el grupo de jóvenes, tendrá que cumplir una pena especial, por la que estará bajo la supervisión de los servicios sociales durante nueve meses y quedará libre de cargos si durante ese período no comete más delitos.
La explicación de la familia. Su padre ha tratado de justificarla en el juzgado al asegurar que, por su edad, es “fácilmente manipulable”, según manifestó tras la comparecencia ante el juez.
En la misma noche de violencia, otros tres menores fueron detenidos, los tres de catorce años, que fueron acusados por un juez de comportamiento violento, y enviados a un hogar de tránsito. Y en Birmingham está bajo custodia un chico de quince años que aprovechó los disturbios para robar trece paquetes de chicles y 21 chocolates.