Desde Madrid
Les llaman “la generación perdida”. Y es que atrapados en el desempleo y la precariedad, los jóvenes, representan la cara más dura del paro en España. Tal es el caso de David Martínez, un andaluz que abandonó sus estudios secundarios seducido por los abultados salarios que se conseguían en el sector de la construcción. “Lo último que conseguí fue como camarero, a fines de 2009, ahora cobro el subsidio de 400 euros pero no sé hasta cuándo”, le cuenta a PERFIL.
A nivel nacional, el desempleo trepó a 6.202.700, y alcanza así su nivel más alto de la serie histórica comparable que arranca en 2001, y disparó la tasa de desocupación al 27,16%. Mientras el índice de paro juvenil ascendió al 57,2% en el primer trimestre, hasta los 960.400 desempleados.
“Llevo cuatro años parada”, cuenta a PERFIL Lucía Méndez, una joven arquitecta madrileña. “Me ofrecen cosas pero gratis, sólo falta que nos pidan pagar para poder trabajar”, agrega.
En España, casi tres de los seis millones de desempleados llevan más de un año sin trabajar. Son considerados técnicamente, desempleados de larga duración, y según la última Encuesta de Población Activa (EPA) es uno de los colectivos que más creció durante la crisis que ya dura cinco años.
También están condenados al apartheid del mercado laboral otros grupos considerados de difícil inserción como los menores de 25 años, los andaluces y extranjeros. Al finalizar marzo, el 15,5% de los desocupados son jóvenes menores de 25 años y la cifra de activos menores a esta edad se mantiene en 1.678.400 personas.
“Lo más preocupante es que las investigaciones indican que cuanto más tiempo se está desempleado, las oportunidades de conseguir un trabajo son menores”, apunta el sociólogo de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, Alberto Kok.
A fines de marzo, ya son casi dos millones los hogares ibéricos que tienen a todos sus miembros desocupados. Desde 2007 y al momento, la crisis destruyó 3.876.000 empleos. Sólo en el primer trimestre de este año se destruyeron 322.300 puestos laborales. Marzo se cerró así con un total de 16.634.700 ocupados.
“Cada vez son más las voces que piden una política presupuestaria expansiva del gasto público, como única forma de revitalizar el consumo, única vía para generar empleo”, dice Enrique Santiago, de Izquierda Unida, “Pero el gobierno renuncia a recaudar impuestos procedentes de las rentas del capital que son las que han provocado la actual recesión económica”, agrega.
El prototipo del desempleado español continúa siendo andaluz y hombre. El paro se incrementó en esta región en 31.100 personas durante el primer trimestre de 2013, con una cifra total se situó en 1.473.700 y una tasa de desempleo del 36,87%. Esta zona concentra el 13% de los nuevos desempleados registrados a nivel nacional entre enero y marzo según la EPA.
Para Juan Pablo Zorrilla, economista de la Universidad de la Laguna, no sirve de nada que los gobiernos locales intenten paliar con subsidios la dramática situación porque no incentivan la economía y si los bancos no transfieren crédito al país.