Una mujer británica viajó a Perú para asistir a un retiro de yoga con el objetivo de "encontrarse a sí misma". Sin embargo, la turista sufrió un robo y se vio obligada a vivir durante un mes en la calle. Después de eso, nadie volvió a verla, por lo que sus familiares están preocupados, sobre todo porque desapareció en Cusco, lugar que describieron como "un foco de trata".
La joven fue identificada como Hannah Almond, de 32 años, graduada en moda en Grimsby. Según relataron sus allegados a MailOnline, fue víctima de un violento asalto en el que le robaron su pasaporte, dinero y teléfono. Tras el ataque, un grupo de locales le habría quemado todas sus pertenencias. Desde entonces, pasó varias semanas durmiendo a la intemperie bajo el Puente de Belén, un sitio precario donde estableció un improvisado refugio.
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La mujer fue vista por última vez hace dos días, luego de entablar amistad con un anciano sin hogar que también estaba parando en dicho sitio. Comerciantes de la zona en la que solía permanecer la habrían desalojado y desde entonces no se sabe nada de ella. En tanto, la preocupación por su caso aumentó con la difusión de imágenes que la mostraban durmiendo en la vía pública, junto con evidencias de un cambio abrupto en su comportamiento, lo cual sorprendió incluso a quienes habían interactuado con ella semanas antes.
Piero Villanueva, un joven que conoció la conoció en Lima antes de que viajara a Cusco, contó que Almond fue diagnosticada con esquizofrenia, una enfermedad que actualmente no estaría recibiendo tratamiento. “Ella necesita su medicación. Lo que está pasando ahora es muy delicado”, advirtió, según recogió Infobae.

Sumado a esto, algunas personas comentaron sobre comportamientos agresivos e incluso circularon versiones sobre un posible consumo de drogas, pero su amigo desmintió esos rumores. “No es que ella tenga problemas con adicciones, no es una mala persona. Yo compartí tiempo con ella y se portó como una persona normal. Lo que pasa es que no está tomando su medicación”, sostuvo.
A partir de esa situación, los allegados crearon una página de GoFundMe para cubrir los gastos de enviar a sus familiares a Perú para que la localicen y la traigan de vuelta a casa. En esa línea, detallaron que el trauma del ataque la dejó demasiado asustada como para aceptar la ayuda de los funcionarios de la embajada.
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"Hannah viajó a Perú en marzo con la esperanza de vivir una aventura, pero en cambio, se encontró en una situación aterradora y desgarradora. Fue asaltada y agredida, perdiendo su pasaporte, su teléfono y todo su dinero. Desde entonces, su salud mental se ha deteriorado gravemente. A pesar de los intentos de ayudarla a través de los canales oficiales, Hannah tiene un profundo miedo y no puede aceptar el apoyo de la embajada ni de las autoridades locales", se lee en la página destinada a recaudar fondos.
Y agrega: "[Ella] es extremadamente vulnerable, está aislada y no se siente segura viviendo en las calles de Perú. Hannah es una persona profundamente amable y gentil, y estamos desesperados por brindarle la atención y la seguridad que merece. Necesitamos traerla a casa".
Un amigo de la familia declaró al MailOnline: "Es una de las almas más puras y amorosas del mundo; es muy generosa y siempre quiere ayudar a la gente. Pero no confía en nadie después de ser robada y asaltada. Algunos lugareños quemaron todas sus pertenencias debajo del puente". Además, indicó que la joven "contactaba a su madre de vez en cuando a través de los teléfonos de otras personas". "La policía fue a verla hace dos días y no la han visto desde entonces. Cusco es un foco de trata, así que es muy preocupante", subrayó.

Según Mark Atkinson, cónsul británico en Perú, Hannah ingresó al país como turista y su visa ya está vencida, por lo que su estatus migratorio es irregular. En declaraciones a medios locales, explicó que desde la embajada intentaron asistirla de diferentes maneras: “A veces le hemos pagado la estadía en hoteles, le hemos dado dinero para comida, cosas así. Pero siempre termina regresando aquí”. Además, informó que el organismo está coordinando tareas con la policía local para brindarle asistencia.
El Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido recordó que más de 100 mil británicos viajan a Perú cada año, siendo que muchos de ellos hacen escala en Cusco, la puerta de entrada a Machu Picchu y al Camino Inca. "Los ataques personales, incluidas las agresiones sexuales, son poco frecuentes, pero ocurren, principalmente en las zonas de Cusco y Arequipa", subrayaron.
MB/ML