Venezuela atraviesa una de las peores crisis política, social y económica de su historia. Seguidores del presidente Nicolás Maduro y opositores marcharon hoy en medio de temores de desestabilización y violencia. A raíz de las protestas, hay tres personas muertas. Se trata de un joven de 17 años, una estudiante de 24, que perdió la vida en la ciudad de San Cristóbal, y un militar.
En San Bernardino, noroeste de Caracas, Carlos José Moreno de 17 años resultó herido de bala en la cabeza, al ser alcanzado por disparos de un grupo de hombres en moto que también lanzaron bombas lacrimógenas contra una concentración opositora. El hombre finalmente falleció.
En tanto, Paola Andreína Ramírez, fue encontrada muerta en la ciudad de San Cristóbal cuando participaba de las movilizaciones opositoras. En un comunicado del Ministerio Público indicó que la joven "transitaba por el referido lugar cuando recibió un disparo que le ocasionó la muerte".
La ONG de derechos humanos Provea aseguró que la muerte ocurrió en el "contexto de las manifestaciones" y pidió a la fiscal general, Luisa Ortega, "esclarecer rápidamente dos asesinados el día de hoy en manifestaciones y establecer responsabilidades".
Por la noche del miércoles, un miembro de la guardia militarizada murió por el disparo de un francotirador en las afueras de Caracas, informó la Defensoría del Pueblo. Las protestas iniciadas el 1 de abril contra Maduro suman ahora un total de ocho muertos, decenas de heridos y al menos 230 detenidos.
En lo que prometió ser "la madre de todas las marchas", la sexta en lo que va de abril, la oposición exigió elecciones generales y respeto al Parlamento, único de los poderes públicos que controla. "Hay que salir de esta dictadura. Estamos cansados, queremos elecciones para que salga Maduro del gobierno porque tiene al país destruido. ¡No tengo miedo!", sostuvo una mujer que participó en una concentración al este de Caracas, según consignó la agencia AFP.
Los opositores convocaron manifestaciones en todas las ciudades de Venezuela. En la capital, se establecieron unos veinte puntos de concentración para luego confluir en el centro histórico de Caracas.
El presidente activó un operativo militar y policial para "derrotar el golpe de Estado", del que acusa a la "derecha apátrida venezolana" y a Estados Unidos. En un comunicado, la oposición denunció que el plan "busca intimidar" y muestra "la fragilidad y el temor al pueblo en la calle".
Contingentes militares y policiales restringieron el paso y bloquearon importantes accesos a Caracas, puentes y vías en varias zonas. Grupos de antimotines fueron apostados en sitios estratégicos para evitar el avance opositor hacia el centro.
Contexto. Once países latinoamericanos pidieron al jefe de Estado venezolano garantizar el derecho a protestar pacíficamente, en tanto que Estados Unidos lanzó una dura advertencia a los funcionarios públicos venezolanos de desistir de la represión.
"Estamos enfrentando una arremetida internacional (...) Estados Unidos ha dado la luz verde para un proceso golpista de escalada para la intervención de Venezuela", reaccionó Maduro.
Cerca de 300 personas se manifestaron hoy contra el presidente venezolano en Madrid, donde el canciller mexicano, Luis Videgaray, de visita allí, pidió evitar la violencia en Venezuela. En una demostración de fuerza, el gobernante encabezó el lunes un acto militar en el que recibió de la Fuerza Armada, aliado clave con enorme poder político y económico, la promesa de "lealtad incondicional".
El jefe legislativo Julio Borges pidió a los militares ser "leales" sólo a la Constitución, tras lo que Maduro lo acusó de liderar el "llamado golpista" y la rebelión, y lo amenazó con procesarlo judicialmente. "Estamos convencidos de que el país sabe quiénes son los golpistas", respondió la oposición, al señalar que Maduro denuncia "conspiraciones inexistentes".
El mandatario también anunció la ampliación de las milicias a 500.000 civiles, cada uno con un fusil. Para el jefe de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien tilda a Maduro de "dictador", el Gobierno prepara una "acción represiva homicida" al armar a civiles.
Los opositores volvieron a la calle el 1 de abril luego de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) asumiera las competencias del Parlamento y retirara la inmunidad a los diputados, lo que desató una protesta diplomática internacional que dos días después lo hizo dar marcha atrás.
La oposición denunció esos fallos como un "golpe de Estado", pero ese episodio la reanimó y recobró cohesión y apoyo popular que perdió tras fracasar su plan de revocar a Maduro en un referendo. "Esta marcha pondrá de relieve la fuerza que la oposición es capaz de convocar y los costos que potencialmente le puede generar al gobierno si persiste en evitar elecciones en el corto plazo", afirmó el politólogo John Magdaleno.
Analistas estiman que Maduro, cuyo mandato concluye en enero de 2019, evita a toda costa unas elecciones. Siete de cada diez venezolanos reprueban su gobierno, cansados de la escasez y una brutal inflación que el FMI estima en 720,5% este año.