El juez Ernesto García Maañón, presidente de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de San Isidro, pidió licencia tras ser acusado de presunto acoso, abuso de poder y amedrentamiento, que habría incluido la exhibición de un arma de fuego. La solicitud se presentó tras conocerse los mensajes de audio que le envió a su secretaria, una mujer identificada como G. B. S., que lo denunció por hacerle propuestas de índole sexual.
Según consignó La Nación, la Suprema Corte de Justicia bonaerense ya tiene el pedido de licencia y podría decidir, en las próximas 24 horas, si aprobarlo o no. Esta solicitud no detendrá el trabajo de los abogados inspectores de la Secretaría de Control Disciplinario, encargados del sumario que se inició horas después que la mujer radicara la denuncia contra su exjefe.
Fuentes judiciales aseguraron que la licencia haría más fácil la tarea de los inspectores, que deberán tomarles declaraciones testimoniales a las personas que trabajaban con el camarista y su denunciante. Este pedido de licencia no excluye otra medida similar que podría aplicarse mientras se desarrolla el sumario correspondiente.

La tarea que desempeñaba García Maañón como presidente del máximo tribunal penal de San Isidro será realizada por el resto de los integrantes de la Cámara, que también formaban parte del grupo de WhatsApp donde la denunciante subió una serie de mensajes de audio del magistrado denunciado.
A pesar de la feria judicial que comenzó este lunes 21 de julio, los inspectores de la Suprema Corte provincial seguirán trabajando. Las primeras pruebas presentadas ante la Corte Suprema bonaerense fueron una copia de los mensajes de WhatsApp que aportaron los colegas de García Maañón. Esto sucedió un día antes de que la funcionaria denunciara, de manera formal, al camarista.
El sumario penal está en manos de los fiscales de San Isidro Bibiana Santella y Facundo Osores Soler, que se encargan de la unidad especializada en violencia de género.
La denuncia contra el juez García Maañón
El escándalo salió a la luz cuando la secretaria compartió con otros magistrados un audio de ocho minutos que García Maañón, de 76 años, le mandó en abril. En la grabación, el juez le dice claramente que siente un gran interés personal y sexual por ella: “Cuidá tu cuerpo y salud, que te eleva la autoestima. Consejo, look para los juramentos y (para que no me envidien) pelo suelto y el traje negro más escotado con mini que llevaste el martes pasado”.
La mujer compartió el audio tras enterarse que García Maañón les había dicho a sus colegas que no quería tenerla más en su equipo de trabajo porque “se había mandado varias macanas”. La denunciante, antes de abandonar el grupo de WhatsApp donde subió el audio, detalló sus sentimientos: “Esa situación violenta me indignó: no era justo que, abusando de su posición, me desprestigiara mentirosamente frente a los demás jueces, vertiendo conceptos que, en definitiva, afectaban nuevamente mi dignidad, porque me humillaba nuevamente de forma pública, pero esta vez ante mis superiores, pese a que ambos sabíamos que ello se basaba exclusivamente en mi decisión de no tener una relación sentimental con él”.
La secretaria reveló que su vínculo laboral con el magistrado se potenció a a principios de este año, y confesó que diferentes situaciones que le tocaron vivir “deterioraron su salud mental”. “Pasé del respeto al miedo”, reconoció, y detalló que el conflicto empezó ante su negativa de tener cualquier tipo de vínculo sentimental con su jefe. A pesar de ello, el juez habría seguido con los avances, e incluso le habría enviado mensajes personales con connotaciones cada vez más sexuales.

El escrito que tiene la Corte bonaerense incluye transcripciones de los audios y textos que el juez le habría enviado a la mujer. Por ejemplo, en uno de ellos expresa: “Te fui tan sincero, no creo que otro tipo te lo haya dicho tan claro. Me parecés atractiva, y bueno, todo genial, me encantaría tener algo con vos”.
En otra conversación le expresa: “Soy muy auténtico, te dije a vos que me atraías, que me hubiera encantado tener una relación con vos del nivel que sea. Quería ir a comer con vos, movernos en otro contexto, porque me parecés muy atractiva, hay mucha atracción sexual de mi parte, por lo menos".
La mujer también contó una situación en la que había quedado sola con el juez leyendo un expediente, y él le habría pedido que se sentara en un sillón determinado. “Era el presidente, mi jefe, nunca antes había vivido tal incomodidad. La luz tenue innecesaria, y la cercanía de su cuerpo me incomodó, sentí como que respiraba casi sobre mi cara”, dijo.
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Luego, el magistrado le había preguntado si se sentía incómoda y, cuando ella le respondió que sí, "automáticamente, se levantó y se sentó en otro sillón, y me dijo, como desentendiéndose de la situación: ‘Tendré que cambiar ese almohadón’”.
En otro episodio, reveló que le entregó una resolución al juez y él se puso a manipular su arma reglamentaria frente a ella: le puso el cargador y hasta le habría pasado el cañón cerca de su cara. “Quedé como helada”, confesó la mujer ante esa amenaza velada de violencia.
La instrucción del sumario administrativo comenzó con una resolución firmada por el juez Daniel Soria, integrante de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, menos de 24 horas después de la denuncia presentada por la víctima.
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“Miente, miente, que algo quedará; si mientes lo suficiente, la mentira se convertirá en verdad”, escribió el magistrado en un posteo de una de sus redes sociales el viernes pasado, y señaló al autor de la polémica frase: “Joseph Goebbels, ministro de propaganda de Hitler”. Al día siguiente, en la misma red social, el camarista subió la frase: “La mentira es arma de un solo filo; la verdad es arma de dos”, y mencionó al autor: “Oliver Wendell Holmes”.
El Colegio de Abogados de San Isidro cuestionó en duros términos al acusado: “Repudiamos las conductas atribuidas y ratificamos la necesidad de que la magistratura comprenda acabadamente que la sociedad espera de ellos comportamientos intachables, dentro y fuera de su actividad jurisdiccional”.
Quién es el juez García Maañón
El magistrado denunciado tuvo en sus manos el expediente por el crimen de María Marta García Belsunce, la socióloga asesinada el 27 de octubre de 2002 en un country de Pilar; el asalto al conductor Ángel “Baby” Etchecopar, y también se encargó de elevar a juicio la causa por la muerte de Diego Armando Maradona.
Es profesor de Posgrado y Doctorado en la especialidad Derecho Procesal Penal en la Facultad de El Salvador, con más de 27 años como magistrado. Es, además, campeón de karate y tiro.
En 2023, García Maañón mató a dos ladrones que quisieron robarle cuando se encontraba en Quilmes. El fiscal Martín Conde investigó el caso y determinó que el magistrado actuó en legítima defensa.
HM/ML