“Me parece muy importante ser un buen cronista de mi época”, comenzó reconociendo Jorge Asís, quien además se autodefinió como “un profesional de la palabra”.
Sobre su acercamiento a la profesión, el periodista contó: “Me hice periodista casi te diría gracias al proceso militar”; y añadió: “Yo me estaba por ir de la argentina, paso a saludarlo a Fernando Sánchez Orondo, que en ese momento era jefe de prensa de Sudamericana, yo retiraba ejemplares de mi libro Fe de erratas y ya me iba a Brasil a los pocos días. En ese momento estaban haciendo el concurso Clarin-Sudamericana. Cuando le dicen a Fernando está Jorge Asís, aparece un tipo que me admira y me dice ‘¿por qué no venís mañana al diario a verme?’ Era el secretario general de redacción, Marcos Cytrinblum, y al día siguiente fui dispuesto a quedarme a barrer”.
“Yo me hago periodista después de haber escrito libros”, reconoció el también escritor, quien afirmó que empezó “a jorobar con el tema de los aguafuertes por Roberto Arlt y también por el cuento del nuevo periodismo, es decir incorporar detalles de la literatura, de la buena prosa al lenguaje popular”.
Acerca de su Haroldo Conti, dijo: “Es un tipo que me produce una gran alegría recordarlo, era uno de esos tipos que a mí me creía capacitado para hacer cualquier cosa”. También habló de cómo reaccionó cuando se enteró de su fallecimiento: “Lo único que yo podía hacer era preguntar ¿lo mataron hijos de puta, qué hicieron? Y bueno, en aquellos momentos se tomó casi como una cosa temeraria, algunos creyeron que era una provocación, no fue eso, era lo que podía hacer por un amigo”.
También habló del escenario político actual: “Que Boudou era un trucho se sabía. Yo lo publico en julio del 2011 antes de la elección”. Y rememoró la política de antaño: “La peor etapa mía en lo personal y lo profesional fueron los años de Alfonsín pero no por culpa de Alfonsín, por cosas que tenían que ver con mi historia y demás; y en mi caso en mi relación conflictiva con el alfonsinismo de la época tuvo que ver con la imposibilidad de un buen manejo de ellos con respecto a lo que era Clarín. Se pensaba que si se hablaba de mí, Clarín se enojaba”.
La relación con el kirchnerismo. “Cuando yo empiezo a publicar algunos textos que tienen que ver con la corrupción del kirchnerismo era porque no se podía entender el kirchnerismo si no entendés el aspecto recaudatorio del kirchnerismo, era una manera incluso de teorizar sobre el poder. Había una especia de desierto informativo en aquél momento”.
Sobre el hijo presidencial opinó: “Máximo Kirchner un muchacho al que le dieron un poder inconmensurable pero no lo protegieron, no lo supieron cuidar. Tendrían que haberlo cuidado mejor por lo menos para no haberlo dejado pegado los dedos en tantas cuestiones”. Y añadió: “No creo que haya sido el creador de La Cámpora, creo que a muchos les convenía creer que Máximo Kirchner era un jefe de La Cámpora. La Cámpora fue de Néstor Kirchner, el que lo ideó”.
“Hay muchas cosas que la sociedad nunca quiso ver, así como el tema de la corrupción en el kirchnerismo entre el 2003 y el 2008 prácticamente no se habló pero todos los periodistas sabían cómo era el negocio, los empresarios sabían y se adaptaban”. A lo que agregó: “Me parece que el periodista lo que tiene que hacer es hacerse caso”.
El periodismo. “Uno cuando tiene una información inquietante, o lo que aconsejo es publicarla porque la información es lo que te protege. Yo suelo decir cuando tengo un tema muy complicado, el tema es mío hasta que lo publico, una vez que el tema se publicó arréglate, el tema ya no es mío”, valoró sobre la profesión.
“Yo no hago periodismo de consorcio y no hago periodismo de patrullero”, sentenció Asís. “El periodista sabe cuándo tiene que pegarle al chancho para que aparezca el dueño. Si vos sabés que ahí hay una nota y ahí hay un tema y ahí se oculta algo, pegale a uno de esos chanchitos que el dueño aparece, te tenés casi que sentar a esperar”, opinó.
Asimismo, se lamentó del rumbo que tomó la profesión: “Hay mucho periodista de escritorio ahora, mucho periodista que cumple horario”. “Lo mío es un periodismo más de vestuario, cotidiano, camino, busco fuentes, trabajo las propias notas, sin preocuparme tanto por la competencia de la profesión y por lo que hacen los otros”, diferenció.
El escritor y periodista teorizó: “¿Un mundo sin periodistas?, no me lo imagino, no hay posibilidades, antes el periodista acaba con el mundo”.
“El periodista es la carrera fundamental para la trampa, un periodista puede ser un excelente tramposo”, dijo Asís. Y sentenció: “La única revolución triunfante fue la revolución de la comunicación”.
“En la argentina todo termina mal”, reflexionó.