Esta edición semanal especial de L'Osservatore Romano está dedicada a la actividad del Santo Padre, sus homilías, misas y mensajes tradicionales para estas dos últimas semanas festivas y solemnes. Sin duda que su mensaje para la LIII Jornada mundial de la paz ocupa como siempre un lugar importante no solo para la grey católica sin para toda la humanidad.
En esta homilía pronunciada también en ocasión de la solemnidad de María Santísima Madre de Dios, Francisco promovió el papel de la mujer enfatizando que “Si queremos un mundo mejor, que sea una casa de paz y no un patio de batalla que nos importe la dignidad de la mujer. También se incluye el texto completo del Ángelus en la fiesta de la santa familia donde el papa Bergoglio reza por las víctimas del atentado de Mogadisco.
En el mediodía del 25 de diciembre, el Papa pronunció el habitual mensaje Urbi et Orbi dedicado a los niños que sufren la guerra y los conflictos que también forma parte de esta edición en lengua española especial. Del mismo modo se transcribe su mensaje en la misa de la noche de Navidad en el cual enfatiza que “Dios sigue amando a cada hombre, incluso al peor”. El tradicional discurso navideño a la Curia romana Francisco recordó que el cambio no es el fin en sí mismo, sino que exige un camino de transformación interior y de conversión.
Como obispo de Roma, el Santo Padre pronunció el habitual Te Deum en donde recordó a los pequeños y a los pobres que habitan esa ciudad milenaria y que también aprovechó para declarar que “Roma no es solo la corrupción y tensiones sociales, sino que es una ciudad capaz de crear puentes”.
Se incluye en esta edición anual única, el texto del Ángelus en la fiesta de Esteban, primer mártir cristiano, donde Francisco invita a recordar y a sentirnos en comunión con todos los mártires de ayer y de los muchos de hoy. Finalmente, y ya en el primer día del año 2020, el papa pronunció el Ángelus donde recordó que la paz se construye a través de gestos de diálogo, de reconciliación y de cuidado de la creación.