Alerta por la toma de un laboratorio con virus peligrosos en Sudán
Enfrentamientos entre las fuerzas armadas y paramilitares derivaron en la ocupación de instalaciones que guardan patógenos de sarampión, cólera y poliomielitis.
La toma de un laboratorio en Jartum, capital de Sudán, genera un “alto riesgo” de accidente químico o biológico, según reconoció ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el décimo día de enfrentamientos entre las fuerzas armadas y la facción paramilitar Fuerza de Apoyo Rápido (RSF), la ocupación del Laboratorio Nacional de Seguridad Pública genera preocupación mundial, ya que sus instalaciones contienen muestras de patógenos de sarampión, cólera y poliomielitis, además de otros elementos peligrosos.
El representante de la OMS en la nación africana, Nima Saeed Abid, reconoció que, hasta el momento, los técnicos no logran acceder al laboratorio para asegurar los materiales y controlar la situación, nuevo episodio de un conflicto que ya causó 459 muertos y 4.072 heridos. El funcionario no especificó la locación exacta del lugar ni cuál de los bandos es responsable de la toma, aunque advirtió que “secuestraron a todos los técnicos del laboratorio, que ahora está completamente bajo el control de una de las partes combatientes como base militar”.
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La situación representa un “riesgo biológico enorme”, insistió Abid. El cólera es una enfermedad diarreica aguda, que puede causar la muerte en horas si no se recibe tratamiento. El sarampión es muy contagioso, al igual que la poliomielitis, que afecta en gran medida a los menores de cinco años.
A nivel global, el aumento sostenido de laboratorios de nivel 4, dedicados a estudiar patógenos letales, preocupa a la comunidad científica. A pesar de que se duplicaron en la última década, muchos países carecen de políticas sólidas de monitoreo. En Argentina funcionan dos. A fines de 2019, el Grupo Especial de Operaciones Federales de la Policía Federal visitó el del Senasa, en Martínez, para repasar hipótesis de atentados, como “la contaminación de la ciudad arrojando en el distribuidor de agua una cepa sustraída del laboratorio”. Dados los últimos eventos, la necesidad de prevención es más fuerte que nunca.
