En 1980 la tasa de fecundidad era de 3,3; en 1991, de 2,9; en 2001, de 2,4; y en 2010 de 2,3. Las cifras cayeron de tal manera que hoy están cerca de los países más desarrollados. En el quinquenio 2015-2020, la Tasa Global de Fecundidad fue de 2,5 hijos por mujer a nivel mundial, y de 1,9 para América del Sur.
Las bajas entre mujeres menores de 20 años son todavía más bajas: desde 2014, del 55%. “Esto es muy bueno, implica que más mujeres ejercen sus derechos y deciden”, explicó Rafael Rofman, director del Programa de Protección Social del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC). “La mayoría de los embarazos adolescentes son ´no intencionales´. Las tareas de cuidados, que estas madres asumen, las llevan en muchos casos, a abandonar o bajar la calidad de su educación y carreras laborales”, agregó.
"Aportes para la igualdad de género en Argentina"
Las primeras conclusiones apuntan a una combinación de causas. Entre ellas, el cambio cultural que supone el avance del movimiento feminista, los resultados del plan ENIA (Embarazo no intencional en la Adolescencia) y la difusión de los implantes subdérmicos.
Los dispositivos anticonceptivos consisten en una varilla pequeña, fina y flexible que se coloca bajo la piel del brazo con anestesia local. El implante libera una hormona (progestágeno) que inhibe la ovulación y brinda protección por tres años.
El mercado laboral castiga a las mujeres, y más si tienen hijos
Dicho dispositivo está disponible en Argentina desde 2013, aunque recién a fines de 2019 se incorporó al Plan Médico Obligatorio. Vale recordar que los anticonceptivos son gratuitos por ley y deben entregarse en centros de salud y hospitales, a través de obras sociales y prepagas.