Más de 2.000 soldados apoyados por equipos especializados de la policía cerraron por completo este domingo un municipio de El Salvador para perseguir a los miembros de una estructura criminal de la Mara Salvatrucha (MS-13) tras cometer un homicidio en la zona.
Por orden del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, la policía tomó el control de la ruta de acceso a Comasagua, a 29 kilómetros al sudoeste de la capital, San Salvador, para hacer un minucioso registro de las personas que entran o salen y para identificar y neutralizar a los pandilleros.
Todos los vehículos del trasporte de pasajeros y particulares fueron inspeccionados. Cinco hombres y una mujer, a los que identifican como miembro de la Mara Salvatrucha y los responsabilizan del homicidio perpetrado el sábado, fueron detenidos.
El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, también se sumó al furor por las figuritas del Mundial
Recientemente, el Congreso reformó el Código Penal para convertir en delito formar parte de una pandilla, lo que podría sancionarse con penas de 20 a 40 años de prisión, mientras que los cabecillas, podrían recibir sentencias de 40 a 45 años de cárcel.
Después de que el 26 de marzo se reportaron 62 homicidios en un día, un nivel de criminalidad que no se había visto en El Salvador en mucho tiempo, el Congreso aprobó el estado de excepción, que limita la libertad de asociación, suspende el derecho de una persona a ser debidamente informada de sus derechos y motivo de arresto, así como la asistencia de un abogado.
Además, amplía de 72 horas a 15 días el plazo de detención preventiva y permite a las autoridades intervenir la correspondencia y celulares de aquellos considerados sospechosos. Durante el estado de excepción hubo 53.485 personas capturadas, de las cuales 47.893 pasaron a detención preventiva, en su mayoría acusadas de formar parte de estructuras criminales o ser colaboradores de las pandillas.
En agosto de 2015, la Corte Suprema de Justicia declaró grupos terroristas a las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18. En su sentencia declaró terroristas a los jefes, miembros y colaboradores de esos grupos. Las pandillas están involucradas en el narcotráfico y el crimen organizado, pero además extorsionan a comerciantes y empresas.
BL PAR