El dictador cubano, Miguel Díaz-Canel, descartó asistir a la Cumbre de las Américas, que se celebrará entre el 6 y el 10 junio en Los Ángeles. Tampoco fueron invitados por Joe Biden los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Nicaragua, Daniel Ortega.
La razón: no son considerados democráticos por Biden, que aún no envió las invitaciones. Los gobiernos de Argentina, México, Bolivia y otros de América Central expresaron su desagrado por la exclusión.
"Joe Biden envió a un asesor para buscar el apoyo argentino en la Cumbre de las Américas"
El anuncio de Díaz-Canel coincide con la reunión de mandatarios de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), un mecanismo regional que aglutina a una docena de naciones aliadas de Cuba y Venezuela.
La reticencia de algunos gobiernos a asistir al cónclave regional llevó a Biden a nombrar consejero especial de la Cumbre de las Américas al ex senador demócrata Christopher Dodd. Su misión consiste en convencer a los dubitativos.
El presidente argentino, Alberto Fernández, no parecía tener una postura tan rígida como la de sus pares de México, Andrés Manuel López Obrador, y de Bolivia, Luis Arce, hasta que ayer, en una reunión de más de dos horas con Dodd, puso en duda su participación si no son invitados Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Le reprochó Fernández que Biden no haya cambiado la dureza aplicada por el gobierno de Donald Trump, según trascendió. El presidente argentino se habría puesto de acuerdo con López Obrador, Arce y el presidente de Chile, Gabriel Boric, de modo de tener una postura coherente frente al mandatario estadounidense. Por su parte, el canciller Santiago Cafiero se reunió en Ciudad de México con su par Marcelo Ebrard, virtual representante de su país en el foro si su presidente cumple con la palabra de no asistir.
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