El término “luna de miel” en política circulaba en la prensa desde los años 50, pero fue el politólogo norteamericano Nelson Polsby quien lo adoptó y formalizó en estudios académicos desde fines de los 60 y principios de los 70. En un artículo publicado en “Political Science Quarterly” analizó cómo los presidentes de EE.UU. gozaban de una ventana inicial de apoyo extraordinario antes de enfrentar resistencia institucional y mediática.
Su contrario, mucho menos conocido es “luna de hiel”, popularizada por una novela de 1990 del escritor francés Pascal Bruckner, que fue llevada al cine dirigida por Roman Polanski, cuyo título traducido al español fue justamente “Luna de Hiel”. Desde ese momento, se ha visto en diferentes notas este concepto que se utiliza como antítesis irónica de luna de miel. Creemos que es exactamente lo que le pasa a Javier Milei.
No es novedad, lo venimos anticipando en estas columnas desde hace un año porque ya lo vimos en otros casos comparables. Por ejemplo, una tapa de la revista Noticias de 1990, con el texto "I love Menem" y un corazón desdibujándose. Llevaba como bajada se ama y se odia al compás de dólar”
Hay un desencanto en la sociedad y todo lo que antes se festejaba: su histrionismo, su espontaneidad y amateurismo, hoy se le critican. El principal responsable de esto es el propio Presidente que transformó estos atributos en lo opuesto por exceso. Él mismo convirtió lo que antes eran consideradas virtudes en defectos. Ahora, debido al hastío y la falta de confianza que generó, nada de lo que anteriormente funcionaba le da resultados.
El respaldo de Donald Trump y Scott Bessent, quitarle retenciones al agro, acusar a opositores y alertar sobre la posibilidad de la vuelta del kirchnerismo. Nada funciona y todo parece empeorar su situación. Es más, hasta arrastra en su negatividad a Trump y Bessent en Estados Unidos donde los demócratas formalmente piden que dé marcha atrás con el apoyo a Milei. La baja de retenciones lo hizo pelear simultáneamente con los farmers argentinos y norteamericanos. Si sube las tasas de interés, genera recesión, si la baja, aumenta el precio del dólar.
Un viejo dicho español decía “palos si boga y palos si no bogas”, que proviene de cuando se castigaba a personas a mover barcos a base de remar. Se atizaba a los reos con latigazos, les daban golpes o palos, remaran o no. En Italia hay otro más específico: “piove, governo ladro, no piove, governo ladro”. Los votantes quieren resultados y cuando no se obtienen el adorado pasa a ser defenestrado.
Con otra metáfora similar, Carlos Pagni tituló su columna de La Nación de hoy que Milei atraviesa un “infierno astral”, con algo de humor podríamos decir que esta y esa columna están “consteladas”. El Gobierno está como atrapado en arena movediza y cada movimiento hace que se hunda más.
Si bien el escándalo del Coimagate que vincula a su hermana con el robo de dinero de remedios para discapacitados y ahora las vinculaciones de su principal candidato, José Luis Espert, con dinero del narcotráfico son temas que le impactaría a cualquier gobierno, cuando gozaba de la luna de miel, el escándalo de la compra de candidaturas y la postulación de una candidata en Rio Negro, como Lorena Villaverde, condenada en Estados Unidos por tráfico de drogas, no provocó efecto alguno.
La explicación de su mal momento es bien concreta: a la mayoría de la sociedad que lo votó en el balotaje, se le terminó el encanto y está fastidiada de la falta de resultados. Esto se evidenció en varias encuestas. Según un estudio de Opina Argentina, el 58% de los argentinos tiene una imagen negativa de la gestión del Gobierno y un 39% una imagen positiva. El mismo estudio indica que uno de cada cuatro de los entrevistados que lo votaron en el balotaje se alejó del Gobierno y es bien probable que cuando se llegue a la elección del 26 de octubre sean aún menos del 39% quienes voten por el presidente.
Este estudio de la consultora que dirige Facundo Nejamkis nos trae una pregunta. ¿Quién puede darle respuesta a estos desencantados? ¿Puede el peronismo si logra reconfigurarse sin la presencia tan importante de Cristina Kirchner? ¿Podrá el armado de Provincias Unidas o estas personas serán las que engordan los números de abstención de las diferentes elecciones locales?
Esto deja a Milei en una situación de extremada debilidad e incluso hay lecturas que hipotetizan la posibilidad de un fin anticipado de su mandato. En el frente económico, el apoyo de Trump y Bessent dio un par de días de calma a los mercados, pero rápidamente se volvió a descontrolar el dólar se fue a 1.450 pesos, cerca del techo de la banda, y el Banco Central tuvo que vender 500 millones de dólares. Las acciones y bonos argentinos cayeron en la bolsa y el riesgo país volvió a subir hasta los 1.230 puntos.
¿Qué le pasa a los mercados? Se percibe el fin de un negocio excepcional de altas tasas de interés por encima de la inflación y el fin del esquema de bandas. Es decir, se vive un clima de “crónica de una devaluación anunciada”. ¿Por qué? Bessent ahora, al igual que el Fondo Monetario Internacional anteriormente le dijeron a Milei que debe acumular reservas para dejar de tener que recurrir continuamente al endeudamiento. Eso se hace de una sola manera en este contexto: liberando el tipo de cambio y no interviniendo cada vez que hay demanda de dólares. Además, cada vez se hace más obvio que tasas arriba del 60 o inclusive 70% anual es insostenible con una inflación de menos del 30% anual.
Milei rechazó acusaciones en Mitre: "Mi gobierno no es corrupto y lo de Espert es una operación"
Esto se vincula en el terreno político. Cada vez se ve a Milei con menos poder y ya no queda claro que el Gobierno pueda decidir inclusive cuánto del presupuesto se utiliza para pagarles a los bonistas, al FMI y al Tesoro norteamericano, en desmedro de la salud, la educación y las jubilaciones. En el Congreso, Milei pasó de más de 140 votos para aprobar la Ley Bases a más de 180 para rechazar sus vetos. El fantasma de los dos tercios se hizo presente en varias sesiones parlamentarias. Si la oposición se decidiera a avanzar en un juicio político para destituir a Milei, es probable que consiga los votos para hacerlo. ¿Qué la detiene? El humor social aún no está en ese punto de ebullición, pero continúa calentándose.
En síntesis, los mercados financieros ven como Milei se debilita aceleradamente y con él, sus negocios extraordinariamente rentables, productos de un esquema económico insostenible.
Yendo de lleno a la política, las elecciones aparecen como una bisagra en la suerte del Gobierno. Si hasta hace unas semanas, Milei hablaba de remontada luego de la derrota electoral bonaerense del siete de septiembre, hoy hay preocupación por el distrito en el que aparece más fuerte: la Ciudad de Buenos Aires.
Sucede que la campaña de Patricia Bullrich, candidata a senadora por CABA, parte de explotar su perfil como funcionaria que combate el crimen organizado en general y al narcotráfico en particular. ¿Puede hablar del narcotráfico con su compañero de campaña del otro lado de la General Paz a minutos de distancia, Espert, que es señalado por justamente de recibir financiamiento de un narcotraficante condenado para su campaña?
Probablemente esto haya motivado a Bullrich a declarar ayer que Espert debía dar explicaciones. Desde Casa Rosada le llamaron la atención diciendo que la que debía explicar sus dichos era ella y tuvo bajar un cambio pero hoy nuevamente volvió a la carga diciendo que Espert anoche no respondió si había recibido dinero del acusado de narcotráfico y debía volver a los medios a aclararlo. Milei sostiene con todo a Espert y Bullrich continúa sufriendo pérdida de intención de votos en el terreno que parecía completamente conquistado.
¿"Espert, yo quiero preguntarle lo que todo el mundo se pregunta... ¿Usted le cobró o no los 200 mil dólares al narco Fred Machado?", le consultaron a Espert este miércoles en A24. "Yo no voy a prestarme a este juego que plantea Grabois. Además, en el 2020 yo no era ni candidato, ni diputado, ni político. Trabajaba en el sector privado. Todo el dinero que tengo, lo puedo justificar", contestó el candidato libertario.
Desde Perfil podemos responderle a Espert y a Milei que no fue Grabois con su causa quien destapo el caso sino quienes difundimos la primicia del documento de la causa en Estados Unidos que demuestra que él recibió dinero del narco Fred Machado fue el Diario Perfil, y nuestro columnista Claudio Mardones hace más de un mes que viene publicando e informes en este mismo programa sobre Espert.
Es más, hay quienes piensan que Grabois no debería haber presentado una demanda contra Espert en la justicia porque politizaba el caso, permitiéndole a Espert decir que se trata de una operación política cuando es una denuncia periodística. Nosotros no tenemos nada en particular contra Espert, simplemente hacemos nuestro trabajo.

La tapa salió antes de la denuncia de Grabois. Tres semanas antes, habíamos difundido otra primicia que el presidente Milei no se encargó de explicar. Él y el narco Fred Machado comparten el mismo abogado: Francisco Oneto y explica por qué Milei defiende a Espert. "Es chimento de peluquería. Es otra operación más. Es la misma operación que le habían hecho en el año 2019", declaró Milei.
¿Por qué Milei defiende tanto a Espert? Por esta tapa del diario Perfil de hace varias semanas, donde el propio Milei sale afectado por la imagen de Fred Machado. Comparten el abogado defensor y toda una trama porque el anterior abogado de Milei fue Diego Spagnuolo, que también se lo presentó Espert.
Milei y Espert tiene una relación interprenetrada. Sin la candidatura de Espert a presidente en 2019, cuando Milei no existía, no hubiera existido la campaña Milei y Espert diputados en 2021. Y sin Milei 2021 no hubiera existido Milei presidente en 2023.
En 2019 Milei acompañó a Espert en un polémico spot de campaña hicieron un spot de campaña juntos. Parados junto a un distribuidor ubicado en el Bajo de Vicente López que lleva el nombre de "Centenario Presidente Néstor Kirchner", los dos economistas afirmaban que había que “meter preso a este chorro hasta el cajón" y luego mencionan a “la viuda" –por Cristina Fernández- y la etiquetan como “la jefa de la banda" que debería "cuidar el cajón detrás de los barrotes de una celda". Impresiona que estos sean nuestro Presidente y candidato a diputado nacional en el territorio más importante, como es el bonaerense.
Nadie puede acusar a Perfil de kirchnerista. Fuimos férreos críticos al kirchnerismo y recibimos muchas presiones políticas y económicas durante el kirchnerismo por nuestro trabajo.
Quién es "Fred" Machado el narco nacido en Chubut que financió la campaña de Espert
Además, el candidato libertario por la provincia ayer sufrió la embestida de la oposición en la Comisión de Presupuesto del Congreso que él preside. El bloque peronista planteaba que Espert debía renunciar como presidente de la comisión y el resto plantea que tenía que explicar las acusaciones. Entre los que pedían explicaciones estaba Ricardo López Murphy, alguien que tiene muy preocupada a Bullrich.
López Murphy es candidato a diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires en el frente Republicanos Unidos. Puede recibir a los votantes del PRO enojados con el macrismo por dejarse absorber por la Libertad Avanza. De hecho, inteligentemente adoptó el color amarillo en su campaña. Fue él quien tomó el color de los liberales alemanes y quien inventó el nombre "PRO".
Ahora esa vancancia entre los votantes amarillos se puede profundizar con la cantidad de casos de corrupción desatados en el Gobierno y más aún con las acusaciones hacia Espert. No olvidemos que Juntos por el Cambio siempre tuvo una agenda anticorrupción y de enfrentamiento con el narcotráfico.
Horacio Rodríguez Larreta en las elecciones locales para legisladores porteños sacó 8%. ¿Cuánto hubiese sacado si el PRO iba detrás de Manuel Adorni? Hubiera absorbido parte de los votos de Silvia Lospennato. ¿Cuánto hubiese sacado después del caso Andis y del caso Espert? Las especulaciones pueden enloquecer a Bullrich que además es la mejor candidata del Gobierno.
Sin embargo, conociendo a Patricia Bullrich, es lícito preguntarnos: ¿No estaremos en la antesala de una nueva traición de Bullrich, esta vez a Milei? En repetidas columnas que nos dedicamos a analizar la figura de Bullrich, resaltamos dos de sus características fundamentales: un sexto sentido para saber cuando cambian los vientos políticos y una total falta de lealtad a sus jefes. Traicionó a todos y se fue de los espacios en el momento que más conveniente era. El propio Mauricio Macri fue su últma víctima. ¿Lo será Milei ahora?
Ernesto Tenembaum en su editorial de hace minutos planteó que Bullrich probablemente esté analizando en soltarle la mano a Espert, quedar como una candidata íntegra, arrasar en las elecciones porteñas y proyectarse como una alternativa hacia el futuro, mientras el Gobierno se sigue debilitando.
Por otro lado, la principal cara de la campaña oficialista es la del propio presidente Milei. Esto es un arma de doble filo. Por un lado, se cuenta con el principal activo político del Gobierno que sirve de apoyo para muchos candidatos del interior desconocidos y por el otro se expone al Presidente en cada recorrido y acto de campaña. Esto se demostró un peligro tanto en las recorridas del conurbano como las de Ushuaia.

En varias de estas paradas electorales, Milei se enfrentó al enojo de la gente. Esa luna de hiel se hizo presente y crea un clima de repudio social que parece provocar imitaciones en diferentes localidades. Además, con su presencia y también con su discurso, Milei trasformó una elección legislativa de medio término en un plebiscito sobre su gestión. ¿Qué sucede si pierde? El peligro de jugar todo o nada es que puede efectivamente salir nada. Volviendo al plano económico, esto mismo ven los mercados.
Para explicar que alguien que parecía blindado por un sector mayoritario de la opinión pública como Milei ahora esté pasando su luna de hiel vamos a recurrir al término “dirigente o político de amianto”. El término “dirigente de amianto” no pertenece a un autor ni a una teoría académica formal, sino que surge del lenguaje periodístico y político como metáfora para describir a ciertos líderes que parecen inmunes al desgaste, a los escándalos o a las derrotas. El amianto -también conocido como asbesto- es un material famoso por su resistencia extrema al fuego y la corrosión, lo que lo hizo popular en la construcción y en trajes ignífugos. Esa propiedad dio origen a la primera interpretación del concepto.
Un dirigente de amianto sería aquel que “no se quema nunca”, que atraviesa denuncias, malos resultados o rechazos sociales y sin embargo sigue en pie, intacto. En España se aplicó a figuras como Felipe González o Mariano Rajoy; en Francia a Jacques Chirac; en Argentina a Carlos Menem o Julio De Vido. La etiqueta puede usarse con tono admirativo, para elogiar la capacidad de supervivencia, o crítico, para señalar impunidad.
Sin embargo, existe una segunda lectura menos difundida pero igual de potente. El amianto, a diferencia del acero, no se deforma cuando es dañado: cuando se quiebra, se pulveriza. En jerga militar o policial, se usa para describir a alguien que resiste mucho, pero si finalmente algo lo atraviesa, lo destruye por completo. Trasladado a la política, esa versión sugiere que hay dirigentes que parecen invulnerables durante años, acumulando golpes sin consecuencias, hasta que un solo impacto certero --una condena judicial firme, una traición interna, una filtración- los derrumba de manera definitiva. No caen poco a poco: caen de una vez y para siempre. Daniel Scioli fue el ejemplo del político indestructible, pero haberse sumado al gobierno de Milei desintegró su futuro político.
Así, el “dirigente de amianto” funciona como figura dual: por un lado, símbolo de la resiliencia extrema; por otro, advertencia de que la invulnerabilidad puede ser solo aparente, y que postergar las consecuencias no equivale a evitarlas. En política, como en los materiales, hay quienes aguantan el fuego, pero si se astillan, se vuelven polvo.
Desde el comienzo, en estas columnas, dijimos que Milei era un político de amianto y parece que no nos equivocamos. ¿Hasta dónde puede llegar su luna de hiel? Parece difícil predecir el fin de la caída de su popularidad. El peronismo y el resto de la oposición parecen seguir la máxima de Napoleón: no interrumpir a tu adversario cuando está cometiendo errores.
Producción de texto e imágenes: Matías Rodríguez Ghrimoldi
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