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MODO FONTEVECCHIA
Justicia para la justicia

Diego Armesto: “En estas elecciones el Gobierno busca bloquear el funcionamiento del Congreso”

Para el abogado constitucionalista "nadie se está dando cuenta de que estamos yendo a un camino casi de vivir una vida fuera de la institucionalidad".

Diego Armesto
Diego Armesto | Cedoc

El abogado constitucionalista Diego Armesto cuestionó los proyectos de ampliación de la Corte Suprema y advirtió que detrás de esas iniciativas “lo que se esconde es el toma y daca”. En ese sentido, señaló que “todos creen que aumentando los miembros de la Corte va a haber una mayor eficiencia”, pero que en realidad eso “relentiza el funcionamiento del órgano jurisdiccional”. "Si yo no tengo una justicia independiente e imparcial, flaco favor le hago a la República, a las inversiones y a la seguridad jurídica" dijo en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).

Diego Armesto es abogado constitucionalista, docente universitario, miembro del Instituto de Derecho Constitucional y de la Asociación Argentina de Derecho Constitucional. Da clases en la Universidad de Buenos Aires, en la de La Plata, entre otras, y colabora con distintos medios de comunicación.

En relación a la ampliación de la Corte Suprema de Justicia, Armesto dijo recientemente: “Analicé 10 proyectos y lo veo desde el punto de vista parlamentario.” Me pregunto si el tema no son los proyectos en sí. La cuestión del carácter, yo podría decir, anti-consensualista de nuestro Poder Ejecutivo. Y que, para lograr que haya un miembro más, dos miembros más, cinco miembros más... luego hay que nombrarlos. Y que entonces, finalmente, pasa a ser onanismo intelectual la discusión. Lo escucho con atención, más allá del tema jurídico, del tema político.

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Suscribo 100 % lo que usted acaba de decir. Desde mi punto de vista, y lo dije ahí en la comisión, citando lo que dijo la senadora Cristina Fernández de Kirchner el 22 de noviembre del 2006, donde ella decía que muchas veces, bajo el ropaje de estas grandes cuestiones institucionales de ampliación de la Corte, lo que se esconde es el toma y daca. Donde lo que hay es un loteo de cosas. Entonces, decía en el 2006: “Lo que este proyecto es, es un punto de inflexión, donde volvemos o saldamos la deuda de la política con la Corte Suprema, volviendo al número de cinco”. Es decir, esta es, en definitiva, la posición que tuvo el kirchnerismo en el año 2006. Después, obviamente que a lo largo del tiempo, y hoy, con una Corte de tres, el gobierno actual intentó llevar adelante, bajo fórceps, una imposición de candidatos a la Corte Suprema, donde realmente el resultado fue negativo.

Pero que, en el fondo, esconde una vez más esa denuncia del toma y daca. “Yo no puedo poner dos, pero si pongo cuatro, te doy dos a vos, te doy uno a vos y uno a vos, y llego a la mayoría de los dos tercios”, que es lo que marca la Constitución para poder designar a los miembros de la Corte. ¿Qué hace esto? Ralentiza el funcionamiento de la Corte. Esto es lo grave. Todos creen que, aumentando los miembros de la Corte, va a haber una mayor eficiencia del órgano jurisdiccional. Y, en realidad, lo que hace es ir en detrimento del funcionamiento del órgano jurisdiccional.

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No es lo mismo el tratamiento de un expediente por cinco jueces que tratarlo por siete, por nueve... y hay un proyecto que hasta habla de quince miembros, que obviamente lo que hace no es llegar a ser un beneficio o un mejor servicio de justicia, sino lo que hace es ralentizar y buscar mayorías para poder bloquear cualquier reforma que se lleve adelante y que automáticamente tenga una mayoría especial que le permita llevar adelante las reformas o decisiones políticas que toma el Poder Ejecutivo. Y se rompe el principio de control. Que es una cuestión gravísima en un país, porque eso afecta indefectiblemente algo que es fundamental. Todos hablan de que necesitamos inversiones y seguridad jurídica. Si yo no tengo una justicia independiente e imparcial, flaco favor le hago a la República, a las inversiones y a la seguridad jurídica.

Claudio Mardones: Hay una particularidad institucional: para ampliar el número de miembros de la Corte se necesita mayoría simple, pero para nombrar jueces se requiere mayoría calificada. Más allá de lo que pueda pasar con la actual Corte, y teniendo en cuenta lo que fue el intento fallido del gobierno de cubrir las vacantes de Highton de Nolasco y Maqueda, incluyendo la designación por decreto de Manuel García Mansilla y la caída de los pliegos. ¿Cuál es su mirada sobre ese proceso y sus implicancias?

No solamente que no hay dos tercios para poder nombrar a un miembro de la Corte: no hay dos tercios para poder nombrar tampoco al titular del Ministerio Público Fiscal, al jefe de los fiscales. Hace más de tres lustros que no se ha podido designar al Defensor del Pueblo, una instancia creada por la Constitución. ¿Eso tiene que ver con el Ejecutivo o tiene que ver con esta hiperfragmentación en una Cámara tan importante como el Senado, en donde constitucionalmente se definen cosas que la otra Cámara no define? ¿Es el número mágico imposible, ese dos tercios en este Senado?

Creo que esos dos tercios se van a tornar imposibles por la volatilidad política que existe hoy tanto en Diputados como en el Senado. Por eso creo que, por debajo de la mesa, debe haber cierto punto de negociaciones, pero tampoco llegan al número. Vos fijate que es muy gracioso porque dicen: “Bueno, a partir del 10 de diciembre esto va a cambiar.” Y la realidad te indica algo: es decir, el oficialismo va a seguir estando en minoría. Ganando las ocho provincias que eligen senadores, van a tener 22 senadores como mucho. Vos acordate que los dos tercios, el número es 48. Vos tenés que llegar a 48. Entonces, en ese aumento de ministros de la Corte, es donde yo digo que viene el loteo de espacios en la Corte Suprema. El otro día un economista me decía, en un programa de televisión: “Bueno, pero con los 22 senadores estamos cada vez más cerca". No, porque vos necesitás llegar a 48. “Pero tenemos al PRO.” Sí, pero el PRO tiene cuatro senadores.

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Le decía: “Empezá... si sos economista, sos muy bueno para las matemáticas, empezá a sacar las cuentas, y las cuentas no te dan.” Entonces, ahí es donde yo digo que termina apareciendo un loteo de los miembros de la Corte, y lo que produce es un detrimento institucional. Nadie se está dando cuenta del camino que estamos recorriendo en la Argentina: que estamos yendo a un camino casi de vivir una vida fuera de la institucionalidad, producto de que lo que se busca, indefectiblemente, en esta elección de octubre, es bloquear el funcionamiento del Congreso. El año que viene, al paso que vamos, y con los números, vamos a tener una Cámara de Diputados donde va a tener el mágico número de bloqueo a los vetos. Llegar a 85, 90 diputados. Eso va a permitir que vivamos el año que viene a decreto de urgencia y vas a lograr blindar los vetos. Entonces creo que el objetivo principal no es tanto una mejora institucional, sino lograr el bloqueo.

Y estos dos tercios que vos me preguntás cada vez está más lejos de alcanzarse. Y ahí es donde viene, para mí, lo grave: cuando vos ponés en juego la composición de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Ahí te puede entrar el Pirata del Caribe... te puede entrar en la Corte Suprema. Y ahí agarrate, porque ya lo vivimos en Argentina. En los 90 lo vivimos. Entonces, queremos repetir algo que hicimos mal. Y en el 2006, Cristina, ¿qué dijo? Ella decía: “Volvemos a lo que fue la regla durante 100 años en la Argentina: una Corte de cinco miembros.”