El papa Francisco se reúne con Mario Poli, días después de una publicación que ponía en duda la venta de unos inmuebles.
Hoy habrá un encuentro de alta tensión política. Porque, claro, aunque se trate de la Iglesia en ese mundo no sólo se habla de religión sino también que se cuece la realidad al calor de la política. Es que se verán las caras el papa Francisco y Mario Poli, el arzobispo porteño, que está enfrentando un escándalo. ¿Habrá fumata blanca?
Es que Poli está en el centro de una gran polémica que comenzó cuando el diario Clarín publicó una nota sobre supuestas irregularidades en la venta de unos inmuebles que pertenecían al arzobispado porteño.
Según la nota, esa supuesta venta malhabida la detectó una auditoría que envió el propio Francisco a Argentina, y se adjuntaba algunas textuales de ese trabajo en donde se criticaba con dureza el trabajo de Poli.
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Desde la Conferencia Episcopal, por su parte, niegan absolutamente todas las acusaciones, aseguran que esa auditoría no es real y ponen como prueba una carta de respaldo de 250 curas de la ciudad y también el de los 81 obispos que se encuentran ahora mismo reunidos para un retiro en Pilar.
De fondo, lo que se debate también es la sucesión de Poli, el cargo más importante de la Iglesia argentina, que tenía Bergoglio hasta que en un marzo del 2013 viajó hacia el Vaticano para no volver jamás. El nombre que pisan fuerte para esa sucesión son el arzobispo de La Plata, Víctor Fernández, íntimo de Francisco.
JL PAR