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MODO FONTEVECCHIA
En Argentina

El pico de pobreza se registró en 2024, según UNICEF

El economista Sebastián Waisgrais, especialista en inclusión social y monitoreo de UNICEF Argentina, sostuvo que “los sectores más vulnerables recuperaron la situación previa a la devaluación de 2024”, aunque advirtió que “la clase media está más empobrecida".

Unicef confirmó que bajó la pobreza infantil en Argentina.
Unicef confirmó que bajó la pobreza infantil en Argentina. | REPERFILAR

Sebastián Waisgrais, economista y especialista en inclusión social y monitoreo de UNICEF Argentina, afirmó que los hogares vulnerables pasaron del 48% en 2024 al 31% este año. En diálogo con Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190), explicó que si bien los sectores más bajos muestran una recuperación gracias a la "estabilización de la inflación" y la mejora de ingresos no registrados”, los sectores medios "sostienen el consumo con endeudamiento”.

Sebastián Waisgrais es economista y especialista en inclusión social y monitoreo de UNICEF Argentina. Desde hace más de una década está ligado a UNICEF, ocupando un rol clave en el área de seguimiento y evaluación de la situación de la infancia y la adolescencia. Es un experto en el análisis de la situación social de la infancia en la Argentina, utilizando datos económicos y sociales para abogar por mejores políticas públicas y una mayor protección para los niños y adolescentes del país.

Unicef confirmó que bajó la pobreza infantil en Argentina

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Lo estamos consultando por el informe respecto de la reducción de la pobreza medida por UNICEF y también las advertencias respecto de que, si bien la pobreza se habría reducido, la clase media está más empobrecida. Siempre hay una discusión respecto de cómo medir la pobreza y cómo medir el empobrecimiento relativo.

Efectivamente, desde UNICEF venimos realizando una serie de encuestas desde el año 2020 para informar sobre el contexto económico y los ingresos en hogares con niños y niñas. Esta encuesta muestra que es compatible con un escenario que ya se viene produciendo en el último año de reducción de la pobreza, fundamentalmente en sectores en mayor situación de vulnerabilidad.

Hay quizás tres datos centrales. El primero de ellos tiene que ver con una mejora en los sectores en situación de mayor vulnerabilidad. Un indicador que nosotros medimos y que nos preocupa tiene que ver con las familias que no llegan a cubrir sus gastos corrientes, los gastos básicos esenciales para mantener un chico. Este dato bajó del 48% en el año 2024 al 31% en 2025. Es el nivel más bajo desde 2022. Esto permitió que más familias afronten gastos de infancia, que se recupere el acceso a consumos esenciales. Los hogares que dejaron de comprar algún alimento por falta de dinero también mejoraron: cayó del 52% al 29%. Es una tendencia positiva. Obviamente, pensemos que todavía el 30% de los hogares en donde viven chicos y chicas restringen el consumo de alimentos por falta de dinero. Todavía hay desafíos.

La segunda cuestión tiene que ver con estos desafíos que mencionabas, con relación a los sectores medios. Los sectores medios no están impactados de esta forma. La mejora de los ingresos no se siente y crece el endeudamiento. Los hogares con deudas formales suben al 31%, el nivel más alto desde 2020, y si se suman préstamos informales de billeteras virtuales o familia, esto sube al 45%. Es decir, la falta de recursos hace que el endeudamiento sea la salida que encuentra la clase media y aumenta el uso de la tarjeta de crédito para comprar alimentos.

Viví en Brasil, y usaban hay una palabra que a mí me llamaba la atención, que era “inadimplencia”. Sería algo así como la gente que no puede pagar, en una sociedad que está toda bancarizada, a diferencia de la Argentina. ¿Vamos camino a eso, a que toda la sociedad esté bancarizada, ya sea porque hasta incluso quienes reciben los subsidios por indigencia lo hacen a través de un sistema bancarizado o de billeteras virtuales, y finalmente eso facilita al mismo tiempo el endeudamiento?

Sí. En términos de la efectividad de las políticas, estamos en ese camino. Tanto los subsidios y las transferencias hoy por hoy están 100% bancarizados. Y esto permite, de alguna forma, poder acceder a mayores recursos, como préstamos. Lo que sucede efectivamente es que golpea de diferente forma. Golpea a un sector más vulnerable de una manera y a sectores medios de otra. El problema de fondo que tenemos es que hay tres elementos. Por un lado, hay una mejora en los ingresos de los no registrados. Estos ingresos aumentan mucho más que la inflación. La protección de ingresos a través de la Asignación Universal por Hijo (AUH) se ha priorizado en el último tiempo y, fundamentalmente, la estabilización de la inflación. Cuando uno tiene niveles elevados de inflación, esta erosiona los ingresos de quienes no pueden protegerse ni indexar sus salarios. Entonces, golpea a los hogares más pobres, pero cuando se estabiliza, como en este momento, los primeros que sienten el alivio son ellos. La recomposición de ingresos fijos, como la AUH, mejora la capacidad de compra de los sectores más vulnerables.

Esto no ocurre en los sectores medios, es decir, no llega en la misma medida. Las transferencias y los subsidios amortiguan los shocks, pero el salario formal ajusta con cierto rezago frente a la inflación pasada, y además son hogares que pagan alquiler, transporte, salud, educación. Los gastos no se benefician directamente de los programas compensatorios. Entonces, sostienen el consumo con endeudamiento. Esta quizás es la clave de la explicación de estas dos situaciones.

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Cuando decís que algunos indicadores bajaron “bajó del 50% al 30% determinados indicadores”, ¿bajó respecto de cuándo?

Esta encuesta la realizamos desde 2020 hasta la actualidad. Terminó en agosto de 2025. No obstante, creo que hay que mirar la tendencia.

¿Y agosto de 2023?

También baja. En agosto de 2023 estaba todavía en el 33 o 34%, es decir, es el dato más bajo desde el año 2022. Es como que nos sitúa en una situación prepandemia.

¿Volvió a la situación anterior a Milei?

En algunos indicadores bajó a antes de Milei. Hay algunos indicadores que incluso mejoran antes.

Ese 33% es el que vos tenés desde 2020. El 48% lo produjo Milei.

La devaluación que llevó la pobreza a que haya ocho millones de chicos y chicas en situación de pobreza, que fue el pico más elevado, es posdevaluación, en 2024. Pasado este año, hay una recuperación, y una recuperación casi previa a la devaluación.

Entonces, los sectores más bajos recuperaron la situación previa a la devaluación de Milei y los sectores medios están más empobrecidos.

Sí, los sectores medios están más empobrecidos. Y te mencionaba un riesgo. Hay tres factores que están explicando esto: la estabilización inflacionaria, que uno esperaría que pueda continuar; la posición de salarios, que no se da de la misma forma entre registrados y no registrados, entre formales y no formales, y un dato que es clave, que se está discutiendo en el presupuesto 2026, que es la movilidad automática de la Asignación Universal por Hijo.

La movilidad automática, que el Poder Ejecutivo está planteando quitar, generaría que los aumentos empiecen a ser discrecionales. Entonces, aún en un contexto de reducción de inflación, el mantenimiento de reglas de actualización frente a la inflación del mes anterior, tal como está vigente, va a permitir que la AUH siga cumpliendo su razón de ser, que es proteger a quienes más lo necesitan. Ojalá que en algún momento ya no se necesite, pero tené en cuenta que, sin la AUH, hoy tendríamos un millón más de chicos en la indigencia. La capacidad de protección de esta política es notable. Con lo cual, creo que buscar, en este escenario de consolidación fiscal, mantener la movilidad de la asignación sería altamente deseable.

TV/ff