Estados Unidos asesinó al líder de Al- Qaeda, Ayman al Zawahiri, en una operación aérea en Afganistán. Al Zawahiri, egipcio de 71 años, falleció en un bombardeo perpetrado con un dron en una operación ejecutada por la CIA durante el fin de semana.
El sucesor de Osama bin Laden al frente de Al-Qaeda, tras su muerte en 2011 en una operación de Estados Unidos en Pakistán, fue localizado a comienzos de este año, cuando se mudó a Kabul, capital de Afganistán, para estar cerca de su familia.
Una de las últimas veces que apareció en un video antes de su muerte fue en una grabación difundida por Al-Qaeda con motivo del vigésimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. En ese video, titulado Jerusalén nunca será judaizado, se veía a Al Zawahiri vestido con una túnica y larga barba blanca hablando más de una hora sobre varios temas. En especial, de la causa palestina. Con esas imágenes aplacó Al-Qaeda los rumores sobre el mal estado de salud de su líder.
Un tiroteo en Oslo deja 2 muertos y 21 heridos en un bar: la pista del terrorismo
Tras la voladura de las Torres Gemelas, la Interpol ordenó la búsqueda y la captura de Al Zawahiri. El FBI le puso precio a su cabeza: 25 millones de dólares por información que llevara a su paradero. Vivió escondido desde entonces, presumiblemente en algún lugar entre Afganistán y Pakistán. Había tomado el mando de la organización terrorista tras la muerte de Bin Laden, fundador de Al-Qaeda, de la cual se desprendió el Daesh, ISIS o Estado Islámico. Un rival con las mismas raíces y diferentes estrategias.
Cuando le llegó su hora, Al Zawahiri estaba en uno de los balcones de la casa de un barrio acomodado de Kabul en la que, según les constaba a los servicios de inteligencia norteamericanos, residía desde comienzos de año con su mujer, su hija y sus nietos. Lo alcanzaron dos misiles Hellfire de alta precisión que no afectaron la estructura de la vivienda.
CB PAR
