Con la excusa de favorecer el diálogo de Nicolás Maduro con la oposición, el gobierno de Joe Biden ha decidido suavizar las sanciones contra algunos de los jerarcas del régimen venezolano. Eso coincide con el levantamiento de algunas restricciones en Cuba.
¿Se trata de un acercamiento a los regímenes más controvertidos de América Latina?
Estados Unidos sigue reconociendo como legítimo al gobierno interino de Juan Guaidó, últimamente deshilachado tanto en Venezuela como en el exterior, pero admite que necesita dar pasos realistas para avanzar en la democratización del país por medio de una salida negociada.
Estados Unidos relaja las restricciones hacia Cuba
Maduro ha sido reelegido al frente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), creado por Hugo Chávez en 2008. Eso implica que será candidato presidencial en 2024.
La apuesta de Biden consiste en apoyar su decisión de volver a la mesa de negociaciones con la oposición en Ciudad de México, de la cual no participa Estados Unidos. Un gesto con el fin de allanar el camino hacia un acuerdo.
El petróleo venezolano pasa a tener mayor valor estratégico con las sanciones a Rusia por la guerra en Ucrania.
Detrás asoman los intereses económicos, disparadores de las negociaciones con Venezuela, y el descalabro mundial del negocio del crudo. La Casa Blanca autorizará a la petrolera norteamericana Chevron a negociar una licencia con la petrolera estatal PDVSA, pero no a perforar ni exportar petróleo de origen venezolano.
Hungría bloquea las sanciones contra Rusia
Un dato: la primera dama, Cilia Flores, esposa de Maduro, será excluida de la lista de personas sancionadas por Estados Unidos.
JL PAR