La segunda vuelta de las presidenciales de Colombia comenzó en Auckland y en Wellington, Nueva Zelanda, el primer puesto de votación en el exterior.
Los candidatos por el Pacto Histórico, Gustavo Petro, de izquierda, y por la Liga de Gobernantes Anticorrupción, Rodolfo Hernández, independiente, definirán quién será el sucesor de Iván Duque el domingo próximo. Las encuestas, permitidas hasta el viernes pasado, reflejan un empate técnico entre ambos con una leve ventaja para “El ingeniero” o “El viejito de TikTok”, como llaman a Hernández, ex alcalde de Bucaramanga.
En el cierre de las campañas, sin estar presentes en los actos masivos, Petro se dirigió a su “querida Colombia” y Hernández les habló a los servidores públicos. Como ocurrió en las recientes legislativas de Francia, la suma de indecisos y de votos en blanco supera ampliamente la intención de apoyar a Petro o Hernández.
En la primera vuelta se abstuvo de votar el 45% de los colombianos. En el último sondeo de Invamer, difundido por el diario El Espectador, Blu Radio y Noticias Caracol, Hernández obtuvo el 48,2% contra el 47,2% de Petro. Una diferencia ínfima si se tiene en cuenta que el margen de error de las encuestas es mayor a dos puntos porcentuales.
"Elecciones en Colombia: una encuesta reveló un empate técnico entre Petro y Hernández"
El tramo final de la campaña se vio agitado por la difusión de una serie de videos con grabaciones de teleconferencias que registran reuniones internas de la campaña de Petro, difundidos por la revista Semana. El material muestra diálogos en los cuales se debaten estrategias para “hacer caer” al candidato oficialista, Federico “Fico” Gutiérrez.
La imagen negativa de Hernández, “El Trump tropical o colombiano”, creció del 9,6% al 28,8% tanto por su admiración por Hitler como por su propuesta de regalarle droga a los adictos, a los que considera enfermos. Algo que Petro cree que es una idea loca, pero, cuando era alcalde Bogotá, propuso la creación de "centros de consumo controlado para adictos a las drogas".
Hernández también denunció que querían matarlo, “no a plomo, sino a cuchillo”. Por lo pronto, en la cuenta regresiva de la campaña, el desafío de ambos candidatos consiste en estimular a quienes no concurrieron a las urnas en la primera vuelta. Más de la mitad de los colombianos.
CB PAR
