Este domingo 13 de noviembre finalizó el trigésimo séptimo Festival de Cine de Mar del Plata. El histórico evento se celebró con presencialidad plena por primera vez desde 2019. Contó con la presencia de más de 200 mil personas, distribuidas en las 500 funciones de sala, presentaciones de libros, proyecciones al aire libre y charlas con cineastas y referentes del mundo audiovisual.
Más de 58 invitados internacionales de Brasil, Bolivia, Portugal, Francia, Estados Unidos, Suiza, Canadá, Uruguay, México, Perú, Chile, Costa Rica, Italia, Alemania, Australia, Colombia y Ecuador acompañaron con su presencia esta 37° edición. Entre los invitados más destacados se encuentran el estadounidense John McTiernan, director de Depredador y Duro de matar; Patricia Mazuy, cineasta francesa que vino a acompañar su retrospectiva; el crítico de cine español Marcos Uzal, editor de Cahiers du cinéma; y el director de fotografía portugués Rui Poças, destacado por sus trabajos con João Pedro Rodrigues, Miguel Gomes y Lucrecia Martel.
En la anteúltima noche del Festival, el pasado sábado, se llevó a cabo la ceremonia de clausura y entrega de premios en el Teatro Auditorium de la ciudad balnearia. La película brasileña Saudade fez morada aquí dentro ganó el Astor Piazzolla de la Competencia Internacional. La ópera prima de Haroldo Borges cuenta la dramática revelación de Bruno, un adolescente de 15 años que vive junto a su madre y su hermano en un pueblo pequeño de Brasil, y que es informado que perderá la visión. Aún así, trata de seguir viviendo su vida.
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En la Competencia Argentina, el galardón máximo fue para Sobre las nubes, de María Aparicio. Por su parte, el film Trenque Lauquen, de Laura Citarella, fue reconocido como el mejor en la Competencia Latinoamericana.
La ceremonia también reconoció a las argentinas Melisa Liebenthal y Ana García Blaya recibieron premios a la mejor directora de la Competencia Internacional, por El rostro de la medusa y La Uruguaya, respectivamente. Por su parte, Leandro Listorti, por Herbaria, fue reconocido con el premio Martínez Suarez a “la mejor dirección” en la Competencia Argentina. El premio especial del Jurado, en la Competencia Internacional, fue para la coproducción argentino-chilena Tres hermanos, de Francisco J. Paparella.
Los homenajes del festival
La 37° edición estuvo dedicada al director y músico Leonardo Favio, en el décimo aniversario de su muerte. La encargada de dar el discurso en el homenaje fue Graciela Borges, quien señaló que a Favio “las películas le salían del alma”. La actriz, que protagonizó El dependiente (1969), la tercera película del director, sostuvo que “quien tuvo la suerte de filmar con Favio, no lo olvida nunca. Su ternura y su emoción no la tenía nadie en el cine”.
“Leonardo Favio es un fenómeno único. Fue un artista muy personal tanto en su cine como en su música, que conectó mucho con lo popular sin renunciar a su toque autoral”, reflexionó el director del festival, Fernando Juan Lima. “Desde lo temático, desde lo formal y por el tono de las actuaciones, muy alejadas de cualquier naturalismo, uno piensa que Favio solo puede circular en determinados circuitos y sin embargo es absolutamente popular. De Nazareno Cruz y el lobo se vendieron más de 2,5 millones de entradas y eso sigue sucediendo ahora”, agrega.
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El festival también homenajeó la faceta musical de Leonardo Favio. En la apertura estuvo una de sus sobrinas versionando sus temas más conocidos y en el Museo Mar se organizó el recital “Favio Sinfónico” y la banda platense Estelares realizó un concierto en homenaje.
A lo largo del festival, además del homenaje a Favio, hubo reconocimientos a la trayectoria de diversos artistas que fueron parte importante en la historia del cine argentino. En esta ocasión, fueron premiados Ricardo Darín y Cecilia Roth.
JL PAR
