Mario Santucho, sociólogo e hijo del homónimo político y guerrillero marxista, dialogó con Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), y expresó que "hay que pensar en un proceso de alteración del sistema político, si dos gobiernos seguidos de diferentes orientaciones tuvieron igual fracaso".
Con respecto al escenario de elecciones 2023 afirmó que "la carta de Cristina ya se jugó y salió mal" y "en la coalición opositora, parece que se agudiza la tendencia a la centrifugación".
En la editorial de la revista Crisis mencionan la dificultad del Gobierno con la promesa contraída en las elecciones y que puede significar una pérdida de legitimidad y un cisma dentro del peronismo que le tocó ajustar por primera vez…
El eje principal de esta coyuntura es lo que llamamos "Game Over", el fracaso del Frente de Todos de no poder llevar adelante la promesa de mejorar la situación de los sectores populares y su calidad de vida, que ya venían agredidos por el gobierno de Cambiemos. El Frente de Todos, intentó retomar algún éxito de su anterior gestión pero fracasó. ¿Por qué dos gobiernos seguidos de diferentes orientación tuvieron igual fracaso incluso con políticas distintas? Hasta qué punto no hay una crisis del ordenamiento, estructural del país.
Si no hay modificaciones más profundas es difícil construir una estabilidad en el procesos en torno a las coordenadas actuales. Tal vez hay que pensar en un proceso de alteración del sistema político en función de las elecciones del año que viene. O más bien de "centrifugación", que es la posibilidad de que se desarmen las dos coaliciones que polarizaron el espacio político.
Junto a esa fuerza de "centrifugación" pareciera haber otra centrípeta, porque el alegato del fiscal Luciani y la posible condena a Cristina produjo un efecto de amalgama en el peronismo. ¿Esto es algo coyuntural o cuando se produzca el fallo, se va a producir la fragmentación?
Lo que se vivió esta semana refuerza la centralidad de la figura de Cristina Fernández en la política argentina, en una posición importante de la sociedad, aunque minoritario. Y por esto, tiene la capacidad de interpelar al peronismo como una de las fuerzas más importantes del país. La pregunta es si esa construcción se limita a un sector interno o va a tener gravitación en el escenario político efectivo. Últimamente estaba en un segundo plano.
Cristina Kirchner, una pasión inútil
Ahora ella está retomando la centralidad y hay que ver si influye en la marcha del Gobierno, que está llevando adelante un intento de estabilización a través de un ajuste fiscal. Es un proceso que el kirchnerismo no disfruta. Lo que implicaría un regreso de un debate interno. Y la otra pregunta es si este envión actual le alcanza a Cristina para tener posibilidades efectivas de ganar el año que viene.
Es decir que habría dos "F", fragmentación o fortalecimiento detrás de la figura de Cristina Fernández dentro del peronismo. La pelota puede caer para un lado o para el otro.
Es una situación difícil de prever, no hay un camino claro. Incluso los mismos referentes del oficialismo tienen poca percepción de lo que puede venir. Cada uno de los caminos parece una vía sin destino. Es difícil de pensar que Cristina candidata sea una opción ganadora. Parece algo gastado, la carta de Cristina ya se jugó y salió mal.
Entonces se puede pensar que la apuesta es por Massa, saber si logra tener éxito en este proceso de estabilización por ajuste, puede convertirse en candidato, aunque no tiene buena aceptación popular. Y estos ajustes no hacen pensar que esa percepción popular se modifique y que sea una candidatura competitiva. Y, por último, la ruptura de la unidad también es difícil de apostar. Aunque es cierto que también del otro lado, en la coalición opositora, parece que se agudiza la tendencia a la centrifugación.
AO PAR