El escándalo mediático desatado a partir del juicio por la Causa Vialidad, que involucra a la vicepresidenta Cristina Fernández, cayó en esferas oficiales como una bomba… como una oportuna bomba de humo para que el flamante Ministro de Economía pusiera en marcha esas medidas de ajuste que algunos economistas reclaman con el mismo fervor con que el público de una plaza de toros le pide al matador que ejecute al animal de una estocada. Mientras el foco de atención general estuvo puesto en las benditas bolsas que José López arrojó al convento y en las etiquetas arrancadas de las botellas de agua de Cristina, Sergio Massa se sintió libre para recortar por la línea de puntos hasta dejarnos troquelados.
De un plumazo, todos aquellos que con cándida inocencia firmaron la solicitud para mantener los subsidios en su tarifa de servicios se vieron privados de satisfacer una necesidad vital como es adquirir dólar ahorro, medida que podría extenderse a otros ámbitos. “Si quieren que el estado los subsidie, que se olviden de consumos suntuarios, como la carne molida especial, las donuts o los kiwis”, me adelantó un funcionario del área económica. Además, sostuvo que estarían estudiando quitarle el beneficio a los que afronten gastos innecesarios, como la compra de atados de cigarrillos, chupetines o queso de rayar. También podrían caer bajo la lupa los que estén al día con las cuotas societarias de clubes que lleven más de 25 años sin ganar un campeonato.
La reducción del gasto público, que afecta a sectores tan sensibles como la educación y la salud, pasa desapercibida para una población concentrada en encontrar el epíteto más venenoso o el elogio más obsecuente para tuitear a favor o en contra de la expresidenta, que ha vuelto a ser protagonista de la escena política nacional con un impulso que es la envidia de Javier Milei. Entre las marchas de respaldo y las marchas de repudio, se volvió a escuchar la Marcha Peronista, que había quedado arrumbada en el olvido junto a las 20 verdades justicialistas, el plan quinquenal, el Altar de la Patria y las 300 corbatas de Raúl Lastiri.
Con todos los desaguisados que se están ventilando en los estrados judiciales, la oposición se debate entre promover el juicio político a Alberto Fernández, ampliar las imputaciones a Máximo Kirchner o denunciar censura contra Viviana Canosa. “El gobierno tiene más frentes abiertos que Volodimir Zelenski”, admitió un dirigente de Juntos por el Cambio, que sería quien habría sugerido a Mauricio Macri pronunciarse en contra del “populismo light”. La idea sería volver al “sabor original” de la coalición, para lo cual ya han tentado a Miguel del Sel con una candidatura a legislador provincial santafesino y podrían proponer al Mago Sin Dientes como director de Hogwarts.
La visita de Macri a Córdoba envalentonó a quienes pugnan por la realización de primarias abiertas en la coalición opositora local, una posibilidad que a Luis Juez le estaría provocando más aversión que la camiseta de Belgrano. “Tenemos que ser coherentes, porque si pregonamos la libertad de mercado en la economía, no podemos elegir a dedo nuestros postulantes. Sería como si en el menú de un restorán gourmet usaran la palabra ‘tostadas’ para referirse a las brusquetas”, me explicó un referente del PRO que estuvo el jueves por la noche en la cena donde el expresidente expuso la necesidad de que haya un candidato a gobernador de su propio partido. Ante esta iniciativa, desde el Frente Cívico alentarían la propuesta de que la interna se dirima mediante un certamen de stand up.
De la misma manera que en la Casa Rosada esperan que llegue cuanto antes el Mundial de Catar para que las gambetas de Messi cambien el humor de la gente, en el Panal cuentan los días que faltan para que se vote en Marcos Juárez, donde un triunfo de Verónica Crescente sería festejado más que un gol de la Pulga en la final. Las turbulencias que atraviesa la gestión provincial han empezado a ser conjuradas con cambios en el gabinete, pero no se descarta apelar a métodos más drásticos, como contratar a una hechicera amazónica experta en amarres, endulzamientos, limpieza de aura, ocultismo y levitación, que además podría ayudar con destrabes, sobre todo en los accesos a la Circunvalación en las horas pico.
(*) Sommelier de la política
