El batacazo que dio esta semana el dueño de Tesla, Elon Musk, al convertirse en accionista mayoritario de Twitter fue uno de los temas que trató Martín Becerra, analista en medios de comunicación e industrias culturales, en la entrevista con Jorge Fontevecchia por Radio Perfil. También, el poder de las platafomas digitales analizado bajo la lupa del especialista.
JF: ¿Por qué Elon Musk compró casi el 10 por ciento de las acciones de Twitter? Recuerdo que esta red social tenía muchos clientes pero no lograba ser rentable, como sí lo eran otras. ¿Qué planes tiene Musk allí?
MB: Creo que la motivación central tiene que ver con ampliar su esfera de influencia. Más que una inversión en términos de expectativa de ingresos, la compra del 9,2% de las acciones de Twitter representa ampliar la influencia, de estos empresario tecnológicos, en el sector de tecnologías de la información en los medios. Recordemos que Jeff Bezos, el fundador de Amazon, compró el Washington Post y así uno puede observar en estos movimientos algo que también se puede ver a escala doméstica: empresarios que no son de medios de comunicación, o del sector de las informaciones públicas, e ingresan a este sector para lubricar sus otros negocios aunque la inversión no sea redituable.
¿Cómo cambiará Twitter con Elon Musk como principal accionista?
También es cierto que Twitter no es un medio de comunicación, si lo comparamos con el ejemplo de Bezos o el de Francisco De Narváez en la Argentina. Esto habla de la personalidad de Elon Musk, como trasgresor y extrovertido que busca provocar reacciones con una presunta originalidad y, efectivamente, esta red social es un breaking news muy fuerte donde está no menos del diez por ciento de la elite informativa, intelectual, política y empresaria en los países occidentales. Para Musk representa la posibilidad de marcar agenda y ser influyente, sin necesidad de caer en los medios tradicionales.
JF: También hay una diferencia monumental en términos de volumen. Cuando Bezos compra el Washington Post paga alrededor de 250 millones de dólares por el 100% mientras que Elon Musk adquiere casi el 10%, una cifra mucho menor. Supongo que el poder sacarle, a un líder como Trump, la posibilidad de comunicarse, o no, sería el poder de veto que tendría Musk.
MB: Sí, ese es un tema clave y a Elon Musk lo sensibiliza mucho porque es el poder que tienen las plataformas digitales de cancelar una cuenta, remover un contenido y etiquetarlo, para dar mayor alcance y exposición a un contenido o reducirlo.
Elon Musk se convirtió en el accionista mayoritario de Twitter
Ahi hay un poder editorial que las propias plataformas digitales no reconocen y se hacen las distraídas, pero en realidad es evidente que hay una intervención editorial. Veremos cómo opera Elon Musk y si se queda conforme con ese 10%. Creo que su intervención es aséptica respecto de su intención de marcar la agenda, interviniendo editorialmente.
JF: Es muy interesante lo que marcás sobre el poder de la distribución, no así de la producción de contenidos. ¿Imaginás que la lógica es que también las plataformas terminen siendo reguladas para que no puedan tener esa discrecionalidad?
MB: Yo creo que es un punto a regular. Considero que tarde o temprano esto va a conducir hacia una regulación, porque esta discrecionalidad puede modificar los términos en los que ocurre la conversación pública. Esto podría afectar el acceso a la información relevante y no es lógico que semejante poder esté sujeto al capricho de un Elon Musk.
