El pedido de investigación del Partido Conservador británico de uno de los líderes en la Cámara de los Comunes tras ser denunciado por ver pornografía en su teléfono durante las sesiones del Parlamento y las reuniones de las comisiones por parte del opositor Partido Laborista es el mayor escándalo en ese ámbito desde 2017.
Ese año, mientras Theresa May era primera ministra, 40 diputados conservadores terminaron siendo denunciados por comportamientos sexuales inapropiados.
Esta vez, si bien no trascendió la identidad del denunciado, entre 12 y 14 parlamentarias de Westminster se quejaron tanto del pasatiempo del diputado en cuestión como de conductas inapropiadas de otros miembros de la Cámara.
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En 2017, un 39% de las 1.377 quejas recibidas relataban experiencias de acoso no sexual o bullying mientras que el 19% se centraba en acoso sexual, incluyendo conductas inapropiadas y abusivas.
Un informe divulgado por la agencia Reuters meses después indica que casi una de cada cinco personas que trabajan en el Parlamento británico fueron acosadas sexualmente o testigos de comportamientos inapropiados.
CB PAR
