Durante los próximos seis meses, Sergio Massa deberá encontrar respuesta a esa pregunta que ya había respondido hace rato. Siempre dijo que ser candidato era "incompatible" con la conducción de la economía.
De ese imposibilidad sembrada por el propio Massa, la evolución fue vertiginosa. Sobre la noche del viernes, en plena euforia por la designación, en el Palacio de Hacienda deslizaron que Massa seguiría en el cargo hasta las PASO.
Ayer, tras la reunión del equipo económico, explicaron que Massa se queda en su puesto y que aspira a cruzar la Plaza de Mayo el 10 de diciembre para pasar desde Economía a la Casa Rosada. De esa forma, tiene 120 días por delante para aplicar el "Plan Llegar" y, a la vez, ganar las elecciones.
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La decisión que tomó no será sencilla y la primera persona que se lo hizo sentir el rigor, en su debut como candidato, fue Cristina Fernández de Kirchner. Ayer, en su presencia, le mencionó un informe del FMI que asegura que la inflación en Europa proviene de las excesivas ganancias de las empresas. "Teléfono para el ministro. Y también para el candidato..." dijo la Vicepresidenta, ante la risa nerviosa de Massa.
El mensaje de bienvenida de Cristina lo dice todo y abre muchos interrogantes para lo que viene. Massa dijo desde que asumió: "Antes que devaluar, me voy". ¿Tiene sentido que un eventual gobierno suyo lo haga el próximo 11 de diciembre? ¿Hay un plan del Massa candidato para la unificación del tipo de cambio? ¿Por qué motivo el Massa ministro no puede aplicarse ahora?
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Otro aspecto complejo para el doble rol tiene que ver con el gasto. ¿Qué va a responder el Massa ministro cuando los gobernadores y los intendentes le pidan fondos para la campaña de Massa presidente? Por el momento, y por pedido del FMI viene ajustando el gasto con fuerza, incluso en partidas sociales.
También deberá combinar el discurso adverso al FMI que le pedirá el kirchnerismo con el buen vínculo con sus funcionarios que requiere la negociación. De ese modo, al mismo tiempo que le dará un poder único dentro de su espacio político, el doble rol de ministro y candidato le traerá a Massa complicaciones de gestión.
JL
